El expresidente del Valencia CF Vicente Soriano reveló en su declaración en el juicio contra el también expresidente del club Juan Soler y otros implicados por un delito de detención ilegal que le iban a "llevar a Francia" y a "cortarle algo" y enviárselo a su familia si "no pagaban".

Así lo indicó al narrar lo ocurrido en marzo y abril de 2014, días antes de que la Policía detuviera por ese delito a Juan Bautista Soler, a quien Soriano le adeudaba más de ochenta millones de euros.

Este jueves se celebró la segunda jornada de declaraciones en el juicio contra Soler y sus supuestos cómplices, el empresario italiano Ciro d'Anna y el ciudadano magrebí Abdellatif Laarouibi, mientras que Rachid Behadaoui, también cómplice y supuesto confidente de la policía, no acudió al estar declarado en rebeldía.

La Policía Nacional detuvo el 9 de abril de 2014 a Soler, que fue presidente del club entre 2004 y 2008, mientras que Soriano ocupó el cargo de 2008 a 2009.

Aquel mismo día, el Juzgado de Instrucción número 12 de Valencia acordó su libertad provisional tras haber sido acusado de "tentativa de secuestro" y ordenó su alejamiento a más de quince metros de Soriano, quien en aquel momento vivía en un edificio muy próximo al suyo.

Soriano explicó que tuvo conocimiento de los hechos unos días antes de la detención de Soler cuando la Policía, sin darle más detalles, le informó de que corría peligro al haber alguien que pretendía hacerle daño por un motivo económico.

"El comisario me pidió que tomara precauciones y modificara mis rutinas porque el asunto era serio, veraz y creíble, y me sugirió que me marchara dos meses a un lugar donde nadie me conociera porque llevaban un tiempo protegiéndome", agregó.

"Viví unos días de angustia hasta que recibí la visita de Rachid Behadaoui, quien me ofreció los detalles del plan que no me había dado la Policía. Me dijo que Soler le había contratado para llevar a cabo el trabajo y me anunció que había otras personas implicadas", agregó.

En su declaración del miércoles, Soler había afirmado que no había propuesto el secuestro y que el ideólogo era Rachid, quien tras proponer la idea, había tratado de chantajearlo.

Soriano explicó que en la conversación que mantuvieron, Rachid le dijo que Soler era "mala persona" y un "sinvergüenza" y le explicó el procedimiento para apresarle, inicialmente a él y a su esposa, aunque finalmente el plan solo afectaba a su persona.

Rachid le explicó que Soler le había entregado un dossier con "barbaridades, patrañas y ciencia-ficción sobre su persona" realizado por un detective. "El dossier está hecho por el detective al dictado de Soler", opinó Soriano.

El secuestro iba a producirse en una furgoneta a la salida del lugar donde desayuna habitualmente, que le iban a llevar a un bajo cerca de Valencia para trasladarle posteriormente a Francia y a continuación describió lo que le iban a hacer si no pagaba.

"Hasta que llegáramos a pagar, me cortarían algo, otra cosa luego y otra más para enviárselo a mi familia. Al final volveríamos a España y me abandonarían en una gasolinera tras darme estupefacientes y dejarme algo de dinero", describió.

Tras la descripción, Rachid le dijo que, aunque ese era el plan establecido, no lo iba a ejecutar y solo le pidió a Soriano que si a él le pasaba "algo" se ocupara de ayudar a su familia.

Al conocer con detalle los hechos que la Policía no le había concretado anteriormente, puso esta conversación en conocimiento del comisario y al día siguiente se produjo la detención de Soler.

También afirmó Soriano que en su domicilio no tenía almacenados "ni quince millones, ni 15.000 euros", cantidad que presuntamente también pensaban llevarse los secuestradores.

Soriano admitió que no preguntó a Rachid los motivos por los que había informado a una persona que iba a ser secuestrada del plan para hacerlo.

Uno de los policías que intervino en la investigación explicó en su declaración que el 27 de marzo, Rachid, al que había detenido en varias ocasiones, había estado en la cárcel y era un confidente habitual de la Policía, le informó del secuestro.

También le mostró un dossier sobre Soriano y le propuso llevar una grabadora oculta en una próxima reunión con Soler para que los agentes pudieran escuchar la conversación.

A su vez, explicó que la Policía desarrolló diversos operativos de vigilancia sobre Soler y sobre Soriano y que tuvieron conocimiento de que en la acción iban a tomar parte dos personas de origen sudamericano, al tiempo que aludió a la posibilidad de que el plan incluyera llevar a Soriano a Panamá.