Gonçalo Guedes contagia buenas vibraciones. Siempre sonríe. En los entrenamientos, en los partidos, en las entrevistas, incluso cuando tiene que pedir protección ante la dureza con la que se emplean los rivales. Y eso es precisamente lo que sucedió ayer. A su manera y con su tono, pero el portugués analizó con nitidez una situación que ha quedado escenificada especialmente en los dos últimos partidos, ante Sevilla y Alavés.

Las defensas de los equipos de la Liga ya conocen a la perfección a Guedes, saben que es un futbolista incontenible y que para frenarlo a veces no basta con el talento, la intensidad o la concentración: es necesario rozar la violencia. En las manos del árbitro está marcar la raya. A los buenos futbolistas hay que protegerlos y el ´7´ ha demostrado que merece esa consideración. Desde que era pequeño ha tenido que lidiar con esa realidad, siempre le han pegado. Desde el patio de Benavente donde dio sus primeros balonazos hasta Mestalla, pasando por Seixal, la Liga de Campeones o el Parque de los Príncipes con la camiseta del PSG. El fútbol es un deporte de contacto y lo asume con naturalidad pero en los dos últimos partidos ha encajado palos de todos los colores. "Espero que no me peguen tanto", explicó este martes con vistas al resto de campeonato en un acto de la firma Makarthy, patrocinador oficial del Valencia.

Su explosión ha venido acompasada por la persecución de los rivales. El Sevilla es el equipo que más le ha pegado en muchísimo tiempo. Tres acciones prácticamente seguidas en la primera media hora de partido -una de ellas a cargo de Mercado lo dejó retorciéndose de dolor en el césped durante varios minutos- a punto estuvieron de mandarlo a la enfermería. No hay forma de pararlo. El luso (7,73) se ha consagrado según las estadísticas como el segundo futbolista más importante de la Liga, tan solo superado por Leo Messi (8,93).

Quizá por ello es el hombre que más faltas recibe de todo el equipo con diferencia. En solo 578 minutos -seis partidos como titular y dos como suplente- le han hecho un total de 21 faltas, lo que se traduce en una media de 2,6 por partido -por 1,9 de Parejo, su perseguidor más inmediato-, números que lo colocan como el jugador más castigado del conjunto valencianista y entre los diez primeros del campeonato.

Guedes y Nacho Vidal se pasan al futbolín

Guedes y Nacho Vidal se pasan al futbolín

Guedes es, a las claras, el máximo generador de peligro del Valencia, superando a Soler y a Parejo, que han mostrado un nivel notable en este inicio de Liga y está considerado además como el número uno en regates completados de la plantilla. Lleva 19, una media de 2,4 por partido. Estas cifras lo señalan, en efecto, como el cuarto mejor regateador de la Liga: el primero es Messi (6 por partido), el segundo es Viera (3,1) y el tercero Carrasco (2,9). Poca broma. Hasta la fecha destaca como el tercer máximo anotador del equipo empatado a tres tantos con Santi Mina y solo superado por Rodrigo y Zaza pero quizá la mayor contribución de Guedes a la buena dinámica del equipo que dirige Marcelino García Toral está en sus cinco asistencias. Cinco goles dados que lo convierten en el mejor pasador del Valencia y en el tercero de la Liga por detrás del mexicano del Betis Guardado y Pione Sisto, del Celta de Vigo, con una más (6). El portugués es la sensación de la Liga y pide protección a gritos. Los palos de Sevilla y Alavés fueron excesivos.