Después de la apoteósica victoria ante el Sevilla, Marcelino andaba preocupado por las citas con las que continuaba el calendario del Valencia CF en La Liga: Alavés y Leganés. Rivales sin glamour en el nombre, pero sumamente complicados por las necesidades del primero, la preparación táctica del segundo y la intensidad defensiva que ambos imprimen. Dos partidos duros, «a carra de perro», se decía desde el interior del vestuario. Los blanquinegros, no sin dificultades, han acabado ganando los dos partidos y en dicha tarea un futbolista ha sido un factor diferencial, Andreas Pereira.

La explosión de Gonçalo Guedes y la competencia con un prodigio como Carlos Soler restaron presencia en el campo al joven brasileño, sin embargo, la consideración que Marcelino tiene de Pereira es máxima. Para los técnicos Andreas es «un gran jugador» y están convencidos -igual que los dirigentes del club- de que no se moverá y completará la cesión hasta final de temporada. Esa es también la idea del futbolista, pese a la posibilidad del Manchester United de recuperarlo en eneroManchester United, según las cláusulas fijadas en el contrato.

Desde el entorno del jugador se apunta que Andreas Pereira no tiene constancia de que los de Old Trafford hayan activado el interés para repescarlo antes de tiempo y su voluntad es ir conquistando más minutos «para crecer» con el Valencia, donde se encuentra feliz e integrado en la plantilla. En el United hay overbooking ofensivo y en Mestalla disfruta ayudando al equipo a mantenerse en la segunda posición de la Liga, torneo que le encanta por como encaja con sus características de juego desde que la temporada pasada se curtió en Granada.

Uno de los éxitos de este Valencia, que encadena ocho victorias consecutivas entre Liga y Copa, descansa en la habilidad del entrenador para que todos se sientan importantes, más allá de la cantidad de minutos que jueguen. En las bandas, aunque a menor escala, sucede algo parecido a lo que pasa con los tres centrales. Carlos Soler es el hombre que lo ha disputado prácticamente todo. Guedes se impuso en el otro costado con una serie actuaciones estelares, pero Andreas no ha querido quedarse atrás en la carrera. El medio diestro de 21 años activa hasta el límite la competencia. Nadie puede dormirse con un futbolista de su talento apretando. Él decidió el duelo de Vitoria con la asistencia a Zaza y un centro a la cabeza de Rodrigo, que sirvió para que el ´19´ provocase el penalti que acabó dando los tres puntos.

La actitud ejemplar de los once en el campo y la presencia siempre de al menos un par de jugadores con lucidez y pólvora para resolver el partido han catapultado al Valencia. El sábado Andreas volvió a ser uno de los hombres del día. El equipo sufría frente a un Leganés ordenado, entregado en cada esfuerzo y peligroso en ataque. Se acercaba el minuto 70 cuando Gayà interceptó un balón, Guedes sirvió atrás a Parejo, este lanzó para la cabalgada de Kondogbia. Tras unas cuantas zancadas y cuatro toques de balón, el galo abrió a la banda derecha. Desde ahí Andreas controló y envió el balón teledirigido al borde del área pequeña para la embestida con la cabeza de Rodrigo. El tanto de la tranquilidad.

El gol que logró en el Benito Villamarín, un obús desde la frontal, había liberado el ánimo del centrocampista. Pero la multa por exceso de velocidad -por lo que pidió rápidamente disculpas en redes sociales- trastocó el foco del jugador durante unos días que desembocaron en una titularidad desaprovechada frente al Zaragoza en la Copa. El trabajo diario no cesó y en Mendizorrotza Andreas sí aprovechó la oportunidad de jugar de inicio en la banda derecha por la sanción de Parejo. Allí reforzó la confianza con una actuación notable y su primer partido completo.

En algo menos de 443 minutos el futbolista nacido en Duffel (Bélgica) ha dado muestras del potencial de su fútbol. Hábil y con un guante en la derecha, Pereira es el valencianista con mayor precisión en los centros. Un ´abre latas´ que aporta soluciones en ataque directo y también cuando los espacios se reducen.