Un par de horas antes de que el equipo saliera a entrenarse en la ciudad deportiva, el Valencia CF colgaba en su página web y redes sociales lo que llamaba un ´editorial´ titulado «Meriton salvó al Valencia CF del colapso y lo está volviendo a hacer grande». El Valencia CF, a pocas horas de una Junta General de Accionistas a la que llega con la tranquilidad de los buenos resultados deportivos aunque tendrá que explicar la complicada situación financiera a la que debe buscar solución en los próximos meses, vuelve a las trincheras. O las andadas. Defensa y ataque. ¿De quién? ¿Contra quién? Apunta a diferentes objetivos: «gestores anteriores» que llevaron al club al borde de la desaparición antes de que Peter Lim y Meriton lo vinieran a «salvar», «un cierto número de falsos aficionados de distintos sectores» entre los que cita, sin dar nombres, a periodistas o medios de comunicación que «han vendido noticias falsas y mentiras a nuestros verdaderos seguidores» y también a aquellos que «sabotearon la atmósfera en el vestuario, atacaron el autobús del equipo y amenazaron a nuestros jugadores. En Mestalla, trataron de intimidar al equipo en lugar de ayudarlos como lo harían los verdaderos seguidores. Este intento cobarde y desvergonzado de debilitar a Meriton no funcionó y no funcionará».

En realidad, más allá de las situaciones que relata, lo que nadie entiende es a qué responde en el momento presente este incendiario comunicado que pone en riesgo el buen clima generado en el club y su entorno estos últimos meses, conseguido a base del buen trabajo del equipo y una gestión responsable en los despachos. Un giro en la historia reciente y en la trayectoria de Meriton con el Valencia CF que los aficionados conocen y valoran. No es suficiente cuando, desde la propiedad, existe la necesidad de publicar una nota en la que se anuncia que «a través de una serie de editoriales, explicaremos a nuestros verdaderos aficionados la verdad acerca de cómo Meriton salvó a este club del daño casi irreparable causado por las gestiones anteriores y lo ha llevado a su exitosa situación actual».

"El VCF casi se muere"

Se puede leer en la nota que «en la época previa a Meriton, egos fuera de lugar, mala administración y errores cometidos por gestores anteriores llevaron gradualmente a este club a problemas graves: deudas extremadamente altas, un estadio inacabado con más de una década de antigüedad, Porxinos, problemas fiscales, multas de la UE. Algunos valencianos se aprovecharon de este club, a menudo para su satisfacción personal, a menudo por dinero, pero sin duda con la intención de beneficiar a un círculo muy reducido de personas. Muchas personas fueron contratadas cuando no había trabajo. La situación era tan mala que el VCF no podía pagar los salarios de los jugadores. La Academia VCF se estaba desangrando. La mayoría de la gente, especialmente los aficionados, sufrió. El VCF casi se muere». Y fue entonces cuando «Peter Lim invirtió más de 200 millones de su propio dinero para salvar este club. Ninguno de los ´falsos aficionados´ que pretenden defender este club de Meriton y de Peter Lim puso dinero para salvar esta institución».

Acaba el discurso sacando pecho, desde el club o la propiedad, por el momento que atraviesa el equipo después de dos temporadas peleando por no perder la categoría: «Hoy, el VCF está en el segundo puesto. Seleccionamos y comprometimos para el proyecto a dos grandes profesionales del fútbol español, Mateu Alemany y Marcelino, que han impulsado los cambios deportivos. Nuestros jugadores, muchos de los cuales habían estado en este club durante años, están rindiendo a niveles máximos. Peter Lim es propietario de Meriton. Meriton controla al VCF. Sabemos lo que estamos haciendo. Meriton se va a centrar en construir la relación entre el VCF y nuestros verdaderos aficionados. Y juntos vamos a estar unidos detrás del entrenador y del equipo».