Simone Zaza aterrizó la madrugada del miércoles en València con una idea clara en su cabeza: jugar en Cornellà-El Prat, evitar allí la quinta cartulina amarilla y ayudar al Valencia CF a sumar frente al Espanyol la octava victoria consecutiva en la Liga. Es decir, el récord absoluto de triunfos encadenados en toda la historia del club. Después de una exploración por parte del jefe médico, Luis González Lago, ‘Simo’ salió al césped dialogando con Dani Parejo y liderando uno de los dos grupos en los que se dividió el equipo para dirigirse desde el vestuario al campo de trabajo. Pese al dolor en la rodilla izquierda que le privó de disputar, los días 10 y 13 de noviembre, la importante repesca en la que Italia quedó fuera del Mundial 2018, Zaza transmite a médicos y técnicos que se siente «bien». El ‘9’ completó el entrenamiento con los compañeros y ahora la pelota está en el tejado de Marcelino.

Mientras ‘Simo’ se entrenó «con normalidad» durante hora y media sobre la hierba, como Toni Lato; los otros tres internacionales que se incorporaron ayer tarde al equipo trabajaron en el gimnasio. Rodrigo Moreno, Gonçalo Guedes y Carlos Soler. De forma fortuita, la rodilla del hispano-brasileño había impactado en la segunda parte del España-Rusia con la cabeza de Lunev. Rodrigo, que está bien, se preocupó por saber el estado de salud del portero del Zenit. Las noticias son positivas, en principio, el arquero volverá a jugar en poco más de una semana. La razón por la que tanto Rodrigo, como Guedes y Soler, se ejercitaron a menor intensidad que los demás fue porque los tres habían jugado como titulares con España, Portugal y la sub-21, respectivamente. Además, se trata de los internacionales que vuelven con una mayor carga de minutos.

Las molestias de Zaza en la rodilla izquierda se remontan a sus últimos días con el West Ham. En el amistoso ante el Eldense se reprodujeron en un mal gesto y le obligaron a abandonar Paterna en muletas camino de un centro médico. El 5 de octubre un parte médico del club habló de una «distensión». Aquel fin de semana la Liga descansaba y se puso en duda su concurso en el Benito Villamarín el 15 de octubre. El italiano quiso estar contra el Betis y estuvo... hasta el punto de que convirtió el quinto gol volviéndose a dañar la rodilla en el golpeo. Los días siguientes sufrió un susto más pequeño en Paterna, pero de nuevo jugó contra el Sevilla. Zaza no ha parado con el Valencia, en cambio, sí lo ha tenido que hacer en la eliminatoria más importante para Italia en cuatro años.

La Federación italiana informó de un «dolor» en la rodilla como motivo por el que el punta se retiró de la sesión previa al Suecia-Italia, para el que toda la prensa apostaba por él en el once de VenturaVentura. El seleccionador esperó, le hizo viajar a Suecia, pero al final no lo vio al 100%. Zaza ha descansado desde entonces, no completó las sesiones con vistas a la vuelta de la repesca en Milán y, con descanso, la rodilla ha mejorado. Ayer el ‘9’ trabajó con intensidad y muchas ganas. La situación es parecida a la vivida antes del Betis-Valencia de hace un mes. Los galenos tienen controlado ese bloqueo en la articulación, que cuando sucede le provoca el intenso dolor y están ya muy pendientes de la evolución antes del partido.

Marcelino cuida con esmero cada pieza. Rodrigo, Guedes y Soler -titulares a la vista en Cornellà- hicieron un trabajo puramente regenerativo. En compañía de sus ayudantes, el asturiano estudia la posibilidad de dar descanso a Zaza y asegurar su participación ante el Barça el 26 de noviembre. El italiano suma cuatro amarillas. Si lo hace, Guedes o Mina son las opciones para acompañar a Rodrigo.