La defensa se convirtió en la línea más regular de un Valencia CF Después de una complicada primera parte, en la segunda el equipo de Marcelino recuperó los valores que a estas alturas de competición lo han aupado a la segunda posición de la clasificación. La batalla entre los dos conjuntos más en forma del país deparó también una partida táctica entre Marcelino y Valverde. Un combate nulo con un asalto resuelto a los puntos en favor de cada uno de los contendientes.

El ´Txingurri´ repobló el centro del campo por el omnipresente Paulinho y dejó el ataque para la dupla Messi-Suárez, que no es poca cosa. En los primeros 45 minutos el Valencia se sintió asfixiado, por muchos momentos acorralado en su propia mitad, fruto de un posicionamiento demasiado retrasado e imprecisiones constantes en la salida de un balón sobre el que los centrocampistas culés se lanzaron como avispas. «Tuvimos el temor de dejar espacios a la espalda en la primera mitad», admitió Dani Parejo.

Cuando peor lo pasó el equipo la disciplina de dos bloques de cuatro hombres y la defensa en particular, liderada por el central Gabriel Paulista, lo mantuvieron vivo. Los balones divididos eran para un Barça que parecía contar con más piezas en el campo merced a un sistema que Valverde ya usó este curso contra el Atlético o en Turín, conjuntos férreos con similitudes al Valencia. Sin embargo, a los visitantes les faltó el último pase, la última acción. La definición. Realmente, al Barça le faltaron ocasiones claras y la culpa estuvo en la concentración extrema de hombres como Gayà, Garay y el propio Paulista en marcas, cruces y despejes. «Tenemos que estar muy atentos en los marcajes y llegar a los cruces fuerte», vaticinaba Gabriel en SUPER en la previa. Una fórmula con la que el brasileño lideró la resistencia.

El mejor Valencia regresó a la vuelta de los vestuarios. ¿Por qué? ¿Qué les dijeron los técnicos al equipo en el descanso? «Les transmitimos a los chicos que se tenían que soltar, que estábamos agarrotados, no podíamos perder por eso. El Barça podía tener el balón tiempo y debíamos estar prevenidos. No nos han creado tantas ocasiones. En la segunda parte sí salieron a disfrutar y fuimos nosotros, el juego se ha acercado a lo que somos esta temporada», explicó el segundo técnico, Rubén Uría.

En otras palabras, el Valencia se quitó de encima al Barça. Las líneas se adelantaron, aparecieron Parejo y Kondogbia en el medio. Rodrigo, Zaza, Guedes y hasta Gayà pisaron el campo rival con asiduidad. «Subimos las líneas, presionamos bien, propiciamos errores con una presión alta y volvimos a contragolpear», añadió el capitán. Él abrió a la izquierda tras un robo para la combinación entre Guedes y Gayà que deparó el 1-0 de Rodrigo. De ahí al final, los de Marcelino pudieron matar con otra contra, pero la calidad de Messi y un duelo al espacio, en el que Jordi Alba ganó la espalda a Montoya trajeron el empate.