José Luis Gayà alcanzó en Riazor los 100 partidos en Primera División con la camiseta del Valencia, una marca que habla por sí sola de su influencia en el equipo y que al futbolista le produce además una gran satisfacción a nivel personal. "Creo que pocos lo han conseguido con 22 años", decía sonriente nada más finalizar el encuentro. No se equivocaba. Tan solo cinco jugadores en los 99 años de historia del club se han puesto a cien siendo más jóvenes que el lateral de Pedreguer. Todos ellos acabaron siendo figuras con relativo peso y trascendencia en la entidad como Juan Mata, Robert Fernández, Vicente Rodríguez, Farinós y Miguel Tendillo. Este último, con tan solo 21 años, 9 meses y 19 días, lidera cualquier registro.

Gayà no anda lejos. Lo logró con 22 años, 7 meses y 19 días. Al ‘14’, como siempre confiesa, ya le ha pasado todo lo que le tenía que pasar en el fútbol. Pese a su juventud ha lidiado ya con prácticamente todas las situaciones a las que se enfrenta un jugador a lo largo de su carrera -salvo ganar un título, un objetivo pendiente- y ese proceso de endurecimiento desliza una madurez anticipada. Todavía le queda margen de crecimiento pero Gayà tiene poso de veterano.

Confianza, estabilidad, claridad y, en efecto, rendimiento. El futbolista ha logrado dejar atrás un calvario de lesiones que mermó su participación en las dos últimas temporadas, ahora se siente fuerte de cuerpo y de mente y eso se traduce en un mayor impacto sobre el equipo. El pasado es pasado y el futuro es alentador. Hasta el partido contra el Eibar, cuando sufrió una pequeña molestia en el bíceps femoral que le hizo perderse el choque ante el Villarreal, Gayà había encadenado más de siete meses sin sufrir un solo contratiempo físico. A eso se une el abrigo de Marcelino y sus consejos.

El técnico asturiano le ha ayudado a llegar a su mejor versión desde que irrumpió en la élite a las órdenes de Nuno. La frase "ahora disfruto defendiendo", pronunciada durante una entrevista concedida a SUPER hace unas semanas, habla por sí sola. En ataque sus argumentos también son sólidos y hasta la fecha ha dejado tres asistencias. Ya es el cuarto futbolista más utilizado esta temporada con 1.471 minutos en 17 partidos, por detrás de Neto, Parejo y Rodrigo. Y solo Parejo -260 entre todas las competiciones- lleva más partidos oficiales jugados que él -125, ante el Girona superó a Alcácer- en el club. Gayà es una pieza referencial en el vestuario. Tiene galones de capitán y eso va más allá del brazalete. Ha dado un paso al frente y asume con naturalidad la responsabilidad.

Discurso nítido y autocrítico

Buena prueba de ello es su implicación más allá del terreno de juego. Al finalizar el partido ante el Depor el de Pedreguer pronunció un discurso claramente autocrítico. "En los últimos minutos no nos pueden ocurrir estas cosas, no es la primera vez. Casi se nos van dos puntos, es la realidad. Este es un campo muy difícil de ganar", resaltó en zona mixta. Todo ha pasado muy rápido desde que debutó con 17 años ante la Llagostera en Copa del Rey aquel 30 de octubre de 2012. Con solo diecinueve años ya era titular de un Valencia de récord -77 puntos que valieron un billete de regreso a la Liga de Campeones- y eso lo puso en el escaparate de los equipos más potentes del continente, entre ellos el Madrid. No quiso marcharse.

"Yo ya tuve la opción de irme y me quedé aquí y no me fui. Mi presente y mi futuro están aquí"

, sentenció, harto de rumores, en la entrevista anteriormente mencionada. Los cien partidos de Liga -es el 120º jugador que lo consigue- son tan solo el principio de su historia con el Valencia. Al día siguiente Alemany refrendó sus palabras con un mensaje potente de futuro: "es uno de los capitanes y uno de los jugadores más importantes para el club, una persona y un futbolista muy implicado en el proyecto y el Valencia. No pensamos transferirlo. Esperemos que esté muchos años con nosotros". Próximo objetivo: 200.