Tantas veces maltratado por los arbitrajes, el Valencia CFValencia CF se encontró una inesperada ayuda para decantar a su favor la balanza del Derbi de la ciudad: el catalán Medié JiménezMedié Jiménez. En el ecuador de la segunda mitad se produjo la acción que condicionó un partido igualado durante la primera hora. El Levante UD Levante UDsacó un córner desde la banda izquierda de su ataque. Gabriel Paulista desequilibró a GayàGabriel Paulista Gayà, la falta de coordinación defensiva dejó solo para el remate a Coke, que embocó la pelota dentro de la red. El colegiado anuló el gol a instancias de su asistente. En la siguiente jugada Luciano Vietto -en una versión mejorada respecto a pasados días-marcó uno de esos goles de pillo, recogiendo un rechace de Oier tras disparos primero de Carlos Soler y después de Santi Mina, que estaba en posición ajustada pero legal con el último defensa.

El Valencia-Levante Valencia-Levantereunió todos los ingredientes picantes que caracterizan este tipo de encuentros. Más nervios, errores, tensión e intensidad que buen fútbol. Ingredientes entre los que no faltó, por supuesto, la polémica. Las decisiones controvertidas de Medié Jiménez empezaron en un agarrón a Geoffrey Kondogbia de Sergio Postigo en el área, que el colegiado no castigó. Unos minutos más tarde el Valencia rompió una sequía de tres partidos sin marcar gracias al impetuoso oportunismo de Santi Mina. El gallego se coló en el área pequeña para cabecear a gol un córner servido por Dani Parejo (1-0).

Desde la Curva Nord comenzó a cantarse con orgullo aquello de "València es blanquinegra, es blanquinegra..." cuando el empate cayó como un jarro de agua fría en Mestalla. Sólo un minuto después del décimo segundo tanto de Mina en lo que va de temporada oficial. Los levantinistas activaron en corto un saque de esquina. Campaña puso el esférico dentro del área, donde Postigo voleó al primer toque para hacer el 1-1. El Valencia permitió al central visitante demasiados metros a la redonda para no fallar. Poco o nada pudo hacer Neto, cuya visión quedó tapada por sus propios compañeros, más cerca del portero que del rematador. Parejo había perdido su marca.

El Valencia lo intentó más y mejor que un Levante que decidió montar dos líneas de cuatro y cinco por detrás del delantero, Pazzini, con tal de obstruir los caminos ofensivos de los blanquinegros. Carlos Soler, por la derecha, Guedes y, especialmente en el primer tiempo, Gayà por la izquierda. El talento portugués, por su parte, comenzó en modo individualista, aunque con el transcurrir del choque fue entonándose al mismo tiempo que los jugadores del Levante lo cosieron a faltas y más faltas. No tenían otra manera de parar a un jugador que con espacios multiplica el peligro que genera en estático. El Valencia, a sólo tres minutos del descanso, rozó el 2-1. Un servicio en carrera y milimétrico de Gayà lo tocó de manera felina Santi Mina. El balón acabó rebotando en el larguero y se marchó por arriba.

Por encima de la fluidez en su juego, el mérito de los de Marcelino consistió en sobreponerse al cansancio, en no negociar ese sacrificio que tanto encandila a su afición. Durante un cuarto de hora el estado de vacío en el depósito se notó tras la exigencia que ha supuesto compaginar Liga y Copa con dos partidos por semana. El Levante, entonces, se animó a contragolpear. Morales ganó en carrera a Kondogbia y centró con veneno sin encontrar aliado en un Pazzini fuera de forma. Cuando peor lo estaba pasando el Valencia, el Levante se vino arriba.

La zaga blanquinegra sufrió en los centros laterales tanto como lo hicieron la pareja de centrales levantinista. En uno de ellos sucedió el error del árbitro y el asistente, anulando el tanto de Coke, quien había rematado de forma limpia. A partir de ahí, la superioridad valencianista se agrandó al son de Guedes, frenado solo a golpes. Mina tuvo el tercero tras un magnífico contragolpe del luso. Pero el 3-1 vino a la postre con un penalti, protestado por los levantinistas, de Róber Pier a Zaza. Los locales protestaron también otro sobre Luciano Vietto.

El Derbi de la polémica devuelve aire a un Valencia, recuperado ligeramente tras seis derrotas seguidas, y mantiene sufriendo a los granotas. Los de Mestalla amplían su renta a los seis puntos sobre el quinto y el levantinismo hará fuerza este lunes para que el Betis puntúe en Riazor.