El árbitro catalán Medié Jiménez no vio cómo era Gabriel Paulista, y no Coke, quien empujaba claramente a José Luis Gayà a la salida de un córner. Interpretó que el infractor había sido el levantinista y, por tanto, decidió anular el gol. Todo se ha dicho y escrito de la jugada más polémica del Derbi de Mestalla entre el Valencia CF y elValencia CF Levante UD O casi todo. ¿Cómo vio la jugada Gayà? El de Pedreguer fue uno de los protagonistas indirectos de esa acción. Sintió un empujón en el área, cayó al césped... y no se enteró de la verdad hasta el final del partido.

El de Pedreguer estaba tan concentrado en el juego que no supo lo que realmente había pasado hasta que llegó al vestuario. Y no fue el único jugador del Valencia al que le pasó lo mismo. Gayà, de espaldas a la jugada, tenía claro que había recibido un empujón y que el colegiado había acertado anulando el gol del Levante que suponía el 1-2. Estaba tan convencido que llegó a decirle a Coke que no protestara más al árbitro porque la falta había sido muy clara. Gayà sabía que algo raro había pasado para provocar la indignación de los azulgrana, pero no fue hasta el final del partido cuando se dio cuenta. Lo hizo a través de la televisión del vestuario y de los móviles. Las imágenes de la jugada en ese momento se habían convertido en virales en las redes sociales. ¿Y que pasó por la cabeza de Paulista para que el brasileño decidiera empujarle? El central reconoció dentro del vestuario que se trató de un acto reflejo para intentar llegar al balón y que ni siquiera vio que delante suyo estaba Gayà.

Esa jugada solo fue la anécdota en medio de otro partido redondo de Gayà. No solo tapó a Morales en tareas defensivas. Además, desplegó su mejor repertorio ofensivo. De sus botas salió uno de los mejores centros del Derbi. El que acabó en remate al larguero de Santi Mina. Y todo eso jugando con molestias. Gayà es uno de los jugadores que ha dado la cara a pesar del desgaste físico del último mes. Había jugado los últimos cinco partidos completos con prórroga incluida -Alavés, Madrid, Barcelona, Atlético y Barcelona-, pero no le importó jugar un sexto. Marcelino lo tiene claro: ojalá tuviera muchos 'Gayàs' en su equipo.