El fútbol de élite está plagado de especialistas. Los hay que tiran faltas, cadetráticos de la definición al primer palo, expertos del remate en acciones a balón parado o tienen reflejos para detener penaltis. En el caso de Guedes está claro. El portugués ha nacido para castigar a los rivales. Su función va más allá de la de un agitador al uso. Su inicidencia en el juego es total e incluso se multiplica en el tramo final, tal y como sucedió el sábado en La Rosaleda ante el Málaga, donde apareció para marcar diferencias cuando el partido estaba más emborronado para los intereses del Valencia. Cinco meses después de su aterrizaje en la Liga ha captado la atención de todo el planeta, se ha convertido en una amenaza global y los defensas lo intentan contener a patadas pero aún así ha demostrado ser capaz de elevarse por encima de cualquier circunstancia. Si tiene un problema, acuda a Gonçalo. Eso es lo que parece haber interiorizado el equipo, que lo busca de forma instintiva cuando se encuentra en apuros. El ‘7’ se ha consagrado como el arma más afilada de Marcelino. Y no es para menos. La estadística lo señala como un futbolista determinante.

El Valencia ha demostrado a lo largo del campeonato que su franja de mayor capacidad anotadora está en el último tramo de los partidos. El 27% de los goles que ha marcado el equipo en la Liga -un total de 13- han llegado a partir del minuto 76, en el último cuarto de hora de juego. En ese contexto, donde los partidos habitualmente suelen abrirse, Guedes es el actor principal, el auténtico depredador del ecosistema. El portugués, pura exhuberancia, conectó con la transición en ataque que pasó previamente por Zaza y propició la remontada en Málaga gracias a una galopada y una asistencia a la espalda de la defensa, buscando a Rodrigo, que forzó a Ignasi Miquel a derribar al hispano-brasileño cometiendo penalti. Jugada maestra para trastocar el marcador. Y no fue un caso aislado. De los trece goles que ha anotado el Valencia en esa franja de partido durante toda la temporada, el ‘7’ ha participado -directa o indirectamente- hasta en seis de ellos.

En la jornada 5 -minuto 86- le sirvió un taconazo a Rodrigo para que marcara, también ante el Málaga. En la jornada 6 -minuto 84- descosió a la Real al contragolpe y le dio otra asistencia a Zaza con el exterior de su bota derecha y el italiano no falló desde el corazón del área. En la jornada 8 -minuto 92- ante el Betis fabricó el 3-6 con otra impetuosa carrera que dejó a Andreas en disposición de disparar y batir a Adán desde la frontal del área. En la jornada 9 -minuto 84- Mina hizo el 3-0 al Sevilla después de un pase en diagonal del luso y él mismo se encargó de poner la puntilla en el 92’. Si Guedes impone su ley en los minutos finales es gracias a su velocidad, desborde y pegada pero también a su mentalidad, a su físico y a un estado de confianza que le permiten actuar a pleno rendimiento hasta el final. Una fisura del quinto metatarsiano y una lesión muscular han limitado sus facultades pero aún así es el segundo jugador que más veces dispara (1,8) por partido tras Rodrigo y Zaza; el segundo que más pases clave da por partido (1,6) por detrás de Parejo; el que más regatea por partido (2,6, justo el doble que Kondogbia, segundo; máximo asistente (6) con Parejo y el jugador al que más faltas hacen, un total de 2,3 por partido.