Una vez que han concluido los compromisos de selecciones, el Valencia CF retomará la competición el domingo en Butarque frente al CD Leganés con una renta de 12 puntos de ventaja sobre el Villarreal CF. El más inmediato perseguidor en el objetivo de clasificarse para la próxima edición de la Liga de Campeones. Los de Marcelino tienen más de media Champions 18/19 en el bolsillo, pero ni una sola razón para caer en la relajación. Una serie de argumentos y motivaciones envolverán al equipo para dar hasta su último aliento en las nueve jornadas de Liga que quedan por delante. Razones deportivas, económicas y relacionadas con la imagen de club. Todas, de peso.

En la actualidad el conjunto que entrena Marcelino es el cuarto clasificado de la competición. Las distancias hacia arriba, con el tercero y el segundo, son mucho más cortas que las logradas hacia abajo con el mencionado Submarino amarillo y el Sevilla FC. El Valencia se encuentra con 59 puntos a sólo uno del Real Madrid y a cinco del Atlético. El lastre de las nefastas temporadas de Liga 15/16 y 16/17, en las que se encadenaron dos duodécimos puestos, obliga al equipo a corregir la tendencia de la mejor forma posible también desde el ámbito del dinero. El camino principal hacia la 'reconquista' se ha recorrido. El cuarto puesto garantiza un plus por ingresos de televisión por encima de cinco millones de euros en relación al pasado curso, pero aún pueden ser 4,5 'kilos' más si el Valencia lograse rebasar a Madrid y Atleti el domingo 20 de mayo.

Cada uno de los 20 clubes percibirá alrededor de 31 millones procedentes del 50% del total inyectado por las televisiones -1.246 millones en la temporada 16/17 en Primera División-. Otro 25% se reparte según resultados deportivos de un acumulado de cinco temporadas, si bien, la actual es la que más pesará con el 35% de lo ingresado sobre el 20% de la pasada y el 15% de las tres primeras del ciclo. Si el equipo queda cuarto, ese 35% significará más de 11 'kilos', que al sumarse al acumulado de los cuatro años anteriores totalizarán más de 20 millones, conforme a este criterio clasificatorio. A partir de ahí, cada lugar en la tabla que avance el Valencia le supondría un extra de entre 2 y 2.5 millones con vistas a los ingresos deportivos del año 17/18.

Por último, hay un segundo 25% otorgado a los clubes conforme a la «implantación social», algo en lo que también influye indirectamente, por su poder de atracción, el rendimiento de un equipo. Un tercio se basa en la recaudación por abonos y taquilla media de las últimas cinco campañas y dos tercios por participación en la generación de recursos por la comercialización de las retransmisiones televisivas, mediante la comparativa de las audiencias medias obtenidas. En este concepto -apenas variará ahora- la entidad de Mestalla ha obtenido cerca de 15 millones. Así que si los de Marcelino consiguieran el segundo lugar de la tabla, el montante televisivo pasaría de 70 millones.

Champions League

Resulta evidente que el móvil económico se extiende más allá de los beneficios que repartirá la UEFA con una Champions League 2019 aún más generosa que en el pasado. No obstante, en el interior del vestuario los futbolistas se motivan para mantener la tensión competitiva básicamente con fundamentos de índole deportiva. Marcelino ha recuperado al Valencia como equipo a partir de una suma armónica de individualidades. El valor de los futbolistas se ha relanzado y los internacionales vuelven a ser abundancia. Unos tienen también nueve partidos por delante para acabar de ganarse una plaza en el Mundial, como Rodrigo con España y Guedes con Portugal. Otros, aunque sea más difícil, mantienen viva la esperanza de estar en la cita de Rusia con sus selecciones: Neto, Maksimovic, Parejo, Gayà, Murillo o Kondogbia.

«No firmamos el empate, firmamos ganar». Este clásico de Marcelino no pierde vigencia alguna para la recta final. Con el paso del tiempo la historia y el seguidor recuerdan con mayor facilidad los éxitos en el campo que los beneficios que pueden conllevar. El Valencia de Marcelino suma en 29 jornadas sólo un punto menos que el de Benítez en 2004 (60) y dos menos que el de Nuno en 2015 (61). 19 puntos de 27 posibles valdrían para rebasar el récord de 77 puntos, en poder de los equipos del madrileño y el portugués. Además, los blanquinegros encuentran alicientes añadidos en el aspecto meramente goleador. Con un promedio de 1.96, rozan los dos goles por partido, hazaña que no se supera desde el Valencia de Badenes y Wilkes en 1955.