Un gol, portería a cero, 65 puntos y el tercer puesto en LaLiga es el balance que deja este partido igualadísimo que el Valencia CF saldó con una nueva victoria gracias una vez más al acierto de Rodrigo, aunque esta vez el mérito es compartido porque Guedes se lo puso prácticamente en bandeja. Todo pudo pasar en Mestalla pero, como se suele decir, pasó lo que tenía que pasar cuando un equipo ha encontrado el punto y va lanzado y le viene todo de cara. ¿Hasta dónde? A falta de siete jornadas el Atlético, segundo clasificado, que ta a solo tres puntos.

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Todo lo importante ocurrió en apenas siete minutos. Apenas habían transcurrido unos pocos segundos cuando Gerard Moreno, el delantero que triunfó con Marcelino en el Villarreal, ganaba un balón en carrera con los centrales y lograba batir a Neto de un buen zurdazo al palo corto. Gol que anulaba el colegiado Gil Manzano por fuera de juego. Todo partía del saque en largo del portero aunque, como demostraban las imágenes, el delantero podía estar unos centímetros más adelantado, muy poco eso sí.

Todo había quedado en un susto y sobre todo en un toque de atención, empezar un partido con 0-1 en el marcador por una ación así no la mejor manera, por mucho que el Valencia CF no tardaría en devolverle el golpe al Espanyol, aunque esta vez el gol sí valió. Otro balón largo, esta vez a la carrera de Guedes, que después de controlar arranca la moto para superar al defensa, recortar sobre la línea de fondo y buscar primero con la mirada y después con la pelota el desmarque de Rodrigo. El pase es mucho más que medio gol, pero hay que estar ahí para meterlo y el delantero está en un momento que las huele todas y las enchufa casi todas.

El Valencia había salido airoso de este primer intercambio de golpes, pero quedaba todo por jugar, el partido estaba muy vivo y el rival también. Pese a la ausencia en el banquillo de Quique Sánchez Flores, su equipo tiene sello. Mueve el balón con dinamismo, con muchas ayudas, con buena llegada. Tampoco ayudaban mucho las imprecisiones atrás de los de Marcelino, que provocaron algún susto. Hasta tres opciones tuvo el Espanyol para igualar, dos remates de cabeza de Gerard y un disparo duro de Darder que puso a prueba a Neto.

Rompió esta dinámica peligrosa una galopada más de Guedes, con un autopase espectacular que no acabó en gol porque debió rozar en alguna pierna rival, sino en el propio portero. Hasta Montoya se fue arriba y puso a prueba al meta con otro duro disparo, aunque sería Zaza el que más cerca estaría de hacer el segundo. Lo evitó de nuevo Pau.

Le faltaba al Valencia CF un puntito más de agresividad para acabar de sentenciar el partido. Esa era la actitud de salida en una segunda mitad de fuerzas muy igualadas y menos ocasiones de gol. Lo tuvo el Valencia en ua buena combinación entre Rodrigo y Soler, pero el remate del delantro se marchó fuera por poco. Después Zaza, pero la pifió y en lugar de rematar la pelota le golpeó en la pimerna de apoyo.

Poco a poco el Espanyol, con las instrucciones de Quique vía teléfono, se fue haciendo con el control. Colgaba y colgaba balones sin encontrar el gol que con tanto empeño persiguió y que pudo hasta merecer. Al Valencia CF se le hacía muy largo el partido, demasiado, defendía con todos pero no encontraba la salida para sentenciar. No la encontró y así se llegó al final.

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