El descarte de Jeison Murillo en la última convocatoria del Valencia CF sorprendió a todos. Su ausencia en la lista para viajar a Butarque fue extraña e inesperada en el ambiente debido al alto nivel competitivo que ha venido mostrando en las últimas semanas y la falta de una explicación dio pie, incluso, a todo tipo de especulaciones sin sentido. La realidad de puertas hacia adentro es clara. No hay dudas con Murillo. Según ha podido saber SUPER, el cuerpo técnico ya tenía pensado darle descanso porque su situación física está al límite. La ausencia del central, por lo tanto, fue consensuada y debido a una cuestión puramente física, nunca técnica.

Murillo ha pagado el desgaste físico debido a que las exigencias del guion lo han obligado a forzar más de lo recomentable en su regreso al equipo después de tres meses de inactividad por su lesión. El jugador no ha tenido ningún margen para aclimatarse al ritmo competitivo, nada más volver entró directo en el once titular y disputó los noventa minutos en cinco partidos consecutivos en solo tres semanas. Marcelino ya quiso darle descanso en el partido de Mestalla ante el Alavés pero finalmente tuvo que recurrir a él y alinearlo durante toda la segunda mitad, algo que no estaba previsto, debido a un contratiempo físico de Garay.

Aunque hubo una semana por medio de descanso por los compromisos de las selecciones, Marcelino estimó que debía darle descanso y como tenía a los cuatro centrales disponibles lo dejó en casa para ese desplazamiento a Leganés. Esta es la explicación de la ausencia de Murillo que tanta sorpresa causó el pasado fin de semana, una cuestión exclusivamente física porque el futbolista estaba al límite de sus condiciones y con riesgo de volver a lesionarse. El jugador no está al cien por cien todavía y estos días está realizando un trabajo específico para ponerse a punto. Entrena a diario con el resto del grupo pero su participación ante el Espanyol dependerá de cuáles sean sus sensaciones en los próximos días. Si está bien, jugará. De lo contrario, el cuerpo técnico podría volver a darle descanso.

Papel fundamental en defensa

Murillo se lesionó precisamente en el partido de la primera vuelta con el Espanyol, el pasado 19 de noviembre. No volvió a jugar hasta el 17 de marzo en La Rosaleda y a partir de ahí disputó completos incluyendo tres de máxima exigencia en solo siete días, Real Sociedad, Athletic y Betis. Casualidad o no, con su regreso el equipo volvió a dejar su portería a cero en dos ocasiones, algo que no había conseguido durante los tres meses que Jeison estuvo ausente. Después de tantas semanas de inactividad y dos intervenciones en Alemania, la acumulación de esfuerzos continuados le ha llevado al límite y Marcelino quiere contar con él en las mejores condiciones, aunque para eso lo haga descansar un par de semanas para que haga un trabajo más específico y recupere el mejor tono físico. El colombiano tiene acumuladas cuatro cartulinas amarillas y la próxima le costará un partido de sanción.