El Valencia regaló un saque de esquina que costó el gol de Samuel Umtiti y concedió demasiados espacios por la banda derecha con un Rúben Vezo superado una y otra vez por Jordi Alba. Sin embargo, si el conjunto blanquinegro perdió en el Camp Nou fue por culpa de su falta de efectividad cara a puerta. El equipo de Marcelino García Toral disparó a la portería rival más que nunca en la liga como visitante. Más que en ningún otro partido de la temporada lejos de Mestalla. Hasta 17 veces remató. Seis entre los tres palos de Ter Stegen y once fuera. Un caudal ofensivo inédito en los quince anteriores desplazamientos de la competición. El problema es que solo entró uno y llorando. El gol de penalti de Dani Parejo al más puro estilo Arconada en la Eurocopa de 1984 con aquella falta directa de Michel Platini.

El equipo de Marcelino disparó 17 veces. Cinco de Rodrigo Moreno, cuatro de Gonçalo Guedes, tres de Parejo, dos de Santi Mina y uno de Zaza, Garay y Vezo. El Valencia remató incluso más que el Barcelona. Los de Valverde, en casa y con todo su artillería ofensiva disponible, tan solo lo hicieron doce veces. Cinco menos. Nunca antes el Valencia había alcanzado estos números fuera de casa. Ni siquiera en aquel loco 3-6 de la sexta jornada contra el Real Betis. En aquella ocasión se disparó a puerta 13 veces. En el Santiago Bernabéu, por ejemplo, se registraron 7 remates, por los 9 del Wanda Metropolitano o los 10 del Sánchez Pizjuán. Hasta ahora el partido como visitante con más jugadas acabadas era el de Las Palmas (20). Los que menos, frente al Athletic (6) y el Leganés (3).

Es el partido visitante con más flujo ofensivo de la temporada y el sexto si contamos los partidos de Mestalla. Solo en cinco partidos como local el Valencia superó esos 17 remates: contra el Alavés (24), Villarreal y Las Palmas (22) y el Sevilla y Levante (18). El dato de 17 disparos en el Camp Nou aún es más sorprendente si se compara con el partido de la primera vuelta ante el Barcelona en Mestalla. Allí el Valencia remató 'solo' 9 veces. Si el Valencia hubiera tenido la mitad de la pegada de esta temporada el resultado habría sido otro.

La sociedad Gayà-Guedes

GayàGuedesDos de las ocasiones más claras de Rodrigo llegaron como consecuencia de dos robos por dentro. Uno acabó en asistencia de Carlos Soler y otro de Santi Mina. Sin embargo, la mayoría del peligro se generó por fuera desde la banda izquierda. Gayà y Guedes crearon una sociedad perfecta que puso en serios aprietos a Sergi Roberto. El luso, más vertical que nadie a la contra, lo intentó desde fuera del área y de sus botas salieron los centros más peligrosos buscando la cabeza de Mina o a Rodrigo y Kondogbia al segunda palo. También se prodigó y mucho Gayà en ataque. El lateral izquierdo forzó el penalti por derribo de Dembélé y dio una asistencia casi de gol a Rodrigo con remate de primeras. No entró. Como casi todas. Fueron 17 disparos al pie.