El Valencia tiene ganas al Getafe. Los jugadores de Marcelino García Toral salieron indignados del partido de la primera vuelta en el Coliseum Alfonso Pérez. No gustaron las malas artes del equipo de Pepe Bordalás perdiendo tiempo desde que se adelantó en el marcador y mucho menos el comportamiento antideportivo de Damián Suárez durante los noventa minutos. Los valencianistas, cuatro meses después, todavía no entienden cómo el uruguayo acabó el partido sin ser expulsado por el colegiado Medié Jiménez. El lateral derecho se empleó con una dureza excesiva lejos de lo reglamentario, se encaró con algunos jugadores y desafió a los árbitros con total impunidad para la desesperación de todos. Por si fuera poco, aquello significó la primera derrota del Valencia de la temporada. El equipo blanquinegro no está dispuesto a caer otra vez en la trampa del 'Geta' y se ha mentalizado para tomarse la revancha en Mestalla solo desde el buen fútbol y los goles, pero una cosa está clara: nadie ahí dentro ha olvidado lo que pasó aquel 3 de diciembre.

Damián Suárez está completando una buena temporada. Es justo decirlo. El domingo, sin ir más lejos, dio la victoria a su equipo contra el Espanyol con un golazo de falta desde más de 30 metros. Es un futbolista de equipo, de esos que quieren los técnicos en sus equipos, es intenso, correoso, duro, el problema es que en aquel Getafe-Valencia de la jornada 14 el uruguayo rebasó todos los límites de la deportividad. Se pasó tres pueblos. Como sus tres agresiones. El azulón agredió a Andreas Pereira y José Luis Gayà en una acción sin balón. Ya en el 89 vio una amarilla tras un manotazo a la cara de Santi Mina que originó una trifulca y provocó que ambos futbolistas se encararan en la que fue, sin duda, la fotografía del partido.La primera derrota del año

No fue la única vez que Damián se encaró durante el partido. El uruguayo intentó intimidar al cuarto árbitro con el dedo a poco menos de un palmo de su cara. Así lo relataba Superdeporte. «Sucedió en una acción de juego en la que Dani Parejo tocó ligeramente a Damián por la espalda. El contacto fue mínimo. El uruguayo sintió la mano de Dani e intentó engañar al árbitro simulando una agresión del capitán. Se llevó las manos a la cara, dio tres vueltas por el césped y se levantó amenazante hacia el cuarto árbitro enseñándole con la mano una supuesta herida con sangre que no existía y desafiándole con el dedo índice de la mano derecha a pocos centímetros de su cara. Ni siquiera vio la amarilla en esa protesta.

Damián tuvo barra libre durante todo el partido para campar a sus anchas. Algo que dolió y mucho teniendo en cuenta que en el anterior desplazamiento de liga, el de Cornellà de la jornada 12, Marcelino fue expulsado y castigado con dos partidos de sanción solo por «protestar de forma ostensible una de mis decisiones con los brazos en alto en reiteradas ocasiones». Un agravio comparativo en toda regla.

Faltas y pérdidas de tiempo

Medié Jiménez fue muy permisivo con el Getafe aquella tarde y eso que expulsó a Arambarri en el minuto 24. Los de Bordalás hicieron 18 faltas, cinco acabaron en amarilla y una en lesión. Ángel le hizo un esguince en el tobillo izquierdo a Carlos Soler que se diagnóstico y curó mal y acabó costándole casi dos meses de competición. Los azulones son el equipo más tarjeteado de la liga. 98 amarillas por las 93 del Villarreal, las 88 del Deportivo y el Levante y las 87 del Leganés. También es el equipo de Primera que más faltas comete (552) por delante del Alavés y el Málaga (498), Villarreal (496), Girona (494) y Leganés (493). Hay tres futbolistas del Getafe entre los quince que más faltas hacen: Amath, Arambarri y el propio Damián Suárez. El uruguayo es el cuarto jugador más amonestado de la competición -12 amarillas- solo por detrás de Jefferson Lerma, Jaume Costa y Dani Parejo con 13. Lo del Coliseum no fue casualidad.

Tampoco la pérdida de tiempo. De los 28 minutos del 67 al 95 se jugaron menos de 12. Durante más de 16 minutos estuvo el balón parado. Desde el 77' hasta el 92' fueron los momentos en los que se perdió más tiempo. Damián y sus tanganas y lesiones fingidas pararon el juego 8 minutos en el tramo final. El Valencia les espera en Mestalla.