José Bordalás recupera para el partido de Mestalla al centrocampista Mathieu Flamini, al que el Comité de Competición decidió retirar una de las tarjetas amarillas que significaron su expulsión en el último partido frente al Espanyol.

Una buena noticia para el Getafe porque podrá contar con el veterano futbolista francés, que a su ya dilatada carrera como deportista profesional suma además una nueva faceta como empresario de éxito. No es más rico que Cristiano Ronaldo ni que Messi, como se llegó a decir al valorar erróneamente su empresa GF Biochemicals en 30.000 millones de euros, pero sin duda es un personaje singular en este mundo del fútbol profesional lleno de contrastes.

Hay jugadores como Mathieu Flamini capaces de romper estereotipos y clichés. Como muchos otros, tiene intereses más allá del deporte, aunque en su caso con una filosofía especial, como explicaba tiempo atrás en una entrevista al diario L'Equipe: "No me metí en este negocio para ganar dinero. Mi principal motivación siempre ha sido tener un impacto positivo en el medio ambiente".

El marsellés, de 33 años, llegó a Getafe en el mercado de invierno seducido por el vivir una experiencia en el fútbol español. Canterano del Olympique de Marsella y figura en el Arsenal, su paso por el Milan -entre 2008 y 2013- le sirvió para conocer a Pasquale Granata, con el que decidió aventurarse en la creación de una empresa, GF Biochemicals, dedicada a producir ácido levulínico a escala comercial,. Se trata de un producto que según explicó el propio jugador en una entrevista a la BBC "ayudará a disminuir el óxido de carbono, este ácido tiene un fuerte potencial porque reacciona exactamente como el petróleo, lo que significa que puede reemplazarlo".

La empresa nació en Caserta (Italia), pero el cuartel general está en Holanda y acaba de expandirse a los Estados Unidos, donde sigue creciendo y desarrollando patentes.

Flamini salió al paso de esas informaciones sobre su supuesta fortuna en esa misma entrevista concedida al rotativo francés: "Es importante rectificar las cosas. Al contrario de lo que leo por ahí, no tengo 30.000 millones de euros en mi cuenta bancaria. Esta suma no corresponde a la valoración de mi empresa GF Biochemicals. De hecho, es el valor total del mercado que queremos atacar con las nuevas tecnologías que hemos desarrollado en los últimos años. Hubo un malentendido. Es como si hubiéramos dado a un solo restaurante el valor de todo el mercado de