Pablo Longoria tiene definido el boceto de la plantilla para el regreso del Valencia CF a la Valencia CFLiga de Campeones y Peter Lim ya conoce todos los detalles del plan deportivo -en el que también han intervenido Mateu Alemany y Marcelino- después de las reuniones mantenidas entre los actores de la cúpula durante la visita del propietario la semana pasada. En esa planificación hay argumentos firmes como el fichaje de Kondogbia, la estrategia para retener a Guedes más allá del 30 de junio y movimientos en todas las posiciones del terreno de juego excepto la portería y el lateral izquierdo. Al mismo nivel que todo eso, según ha podido saber SUPER, el Valencia CF contempla materializar este verano una voluntad que anida desde hace meses en el seno de la entidad: adelantarse a otros clubes en la captación de jugadores jóvenes y con proyección. Lo que podía parecer un plan a medio o largo plazo ya está en marcha. Longoria y los suyos peinan el mercado con el objetivo de que uno de los fichajes sea una 'perla': potencial antes de explotar. Apuesta a la vista.

El cometido del responsable del área técnica va más allá de una perspectiva sub-20, de hecho en estos meses desde su llegada ha abordado ya varios asuntos de primera línea -incluso, Mateu Alemany lo ha lanzado como negociador-, pero en el club saben que es su gran especialidad -ya desarrolló esas atribuciones en la Juventus, Sassuolo o Atalanta- y están decididos a explotarla cuanto antes para reforzar con hechos uno de los puntos fuertes del proyecto. Longoria tiene una bala preparada para disparar. Sus alternativas tienen luz verde. El cazatalentos tiene la confianza absoluta de las partes con voz y voto en la planficación. El valor que le da Mateu es total y la puesta en escena del Hotel Las Arenas, donde participó de la reunión con Peter Lim, tiene una carga de profundidad mayor de lo que parece. La estructura es más fuerte desde su incorporación. El ecosistema ha cambiado desde su llegada, se ha abierto una nueva perspectiva; aporta visión, conocimiento, trayectoria, instinto y contactos. Tiene lo que hay que tener para llegar a los talentos de futuro en tiempo y forma y proyecta una visión del futbolista siempre desde un contexto 'marceliniano'.

Esa sintonía, que no hubo en las últimas temporadas, supone un plus a la hora de interpretar cómo encajaría un futbolista. La mejor posición para llevar a cabo una apuesta quizá sea la medular, más tras una probable salida de Maksimovic, y ahí entra en juego Boubakary Soumaré. El centrocampista del Lille de 19 años, desvelado por este periódico hace un mes, está sobre la mesa para encajar dentro de una mezcla de perfiles. Es un jugador que gusta por calidad-potencial-precio y al que el Valencia CF ha atacado antes de que se afiance en Ligue 1 y dispute el Europeo Sub-19, un contexto competitivo que podría revalorizarlo y lanzarlo a otra velocidad. El galo es un ejemplo de esta política de captación atrevida y decidida.De Soumaré a Abel Ruiz

Si quieres al nuevo Guedes lo tienes que fabricar o ir a por él antes de que rompa en la élite. El seguimiento y la ofensiva por Soumaré es, en sí, un caso que se ajusta milimétricamente al plan de apostar por una perla -al igual que la tentativa para recuperar a Abel Ruiz- pero no es el único. El Valencia CF trabaja en distintos focos y si no se dieran las condiciones para captar a Soumaré se intentará con otro. La voluntad es firme y está incrustada como una línea maestra del proyecto. La referencia de Longoria en este campo es el fichaje de Bentancur, al que captó de Boca para la Juve. Lo siguió en el Sudamericano sub-20, sabía cómo entrenaba, cómo jugaba y cómo se comportaba dentro y fuera del campo; mantuvo charlas con él y ganó al Madrid en la carrera por su fichaje. Los italianos, con sus informes, apostaron por el uruguayo. Ese trabajo lo trae en la mochila.