El contexto marca la diferencia. Gonçalo Guedes llegó al Mundial como uno de los futbolistas más en forma de Portugal, por números y por sensaciones. Después, no ha brillado como se esperaba, pero tampoco lo ha hecho su selección. Ninguno de sus compañeros ha alcanzado un nivel de rendimiento cercano al máximo. Guedes ha estado lejos del Guedes del Valencia -en algunos apartados- porque la confianza, el rol, la posición, la idea de juego, el entrenador y los compañeros son distintos. El futbolista es el mismo pero no el equipo, por eso no se comporta de la misma manera. Adaptado como delantero, ha tenido que trabajar para Cristiano. En el Valencia, una de las prioridades de Marcelino es explotar sus cualidades al máximo, desde la banda izquierda, como extremo, para que corra y pueda romper en diagonal, finalizar jugada, con disparo o pase definitivo. En Portugal, Cristiano es el eje. La duda en torno a su potencial y a la relación calidad-precio se ha sometido a discusión. El debate no existe en el Valencia: Gonçalo es apuesta fuerte de Lim, su continuidad es básica para Marcelino, para la Champions.

La perspectiva es fundamental en el juicio. Guedes llegó como alternativa para el ataque, empezó como titular ante España y así terminó ante Uruguay, por delante de André Silva, Gelson Martins o Quaresma. Con 21 años, en su primera gran competición internacional. Se ha sacrificado en el ataque. Todo eso tiene un valor. Vuelve con la experiencia, con una asistencia ante España y con su posición mucho más clara: es extremo izquierda. Guedes necesita espacio para correr, necesita ser protagonista, necesita ese rol central en el fútbol de transiciones. Todo lo que le proporciona el Valencia y Marcelino. Por eso tiene clara su apuesta: continuar aquí. El cambio de contexto se siente en sus estadísticas. Sólo pudo correr ante España. Marruecos, Uruguay e Irán concedieron poco a una Portugal industrial, conservadora pese a Bruno Fernandes, Joao Mário o Bernardo.

Guedes no ha podido ser Guedes y sus números son claros. Más cerca del área, ha disparado y lo han tenido que reducir a base de faltas, no ha podido regatear, no ha tenido situaciones de uno contra uno. Ha producido menos asistencias y menos centros, cuando en el Valencia es uno de los líderes en el marco de LaLiga como generador de ocasiones.