Este lunes el Valencia CF sumará otro futbolista a su plantilla, Cristiano Piccini. El lateral italiano será el quinto fichaje para esta temporada y está muy cerca de concretarse oficialmente la llegada del delantero Kevin Gameiro, así que únicamente quedarán Guedes. Si el curso pasado el Valencia dejó buena parte de los deberes para última hora de mercado a causa de las apreturas económicas y la necesidad de sacar a jugadores que suponían un gasto altísimo, este año la situación ha cambiado. El club ha invertido cantidades importantes en reforzar la plantilla, convencido de que jugar la Champions de nuevo con el presupuesto.

Desde la cúpula valencianista se asegura que hoy no existe la urgencia que sí hubo en junio por vender futbolistas. Entonces los dirigentes lograron traspasar a Joao Cancelo por 40 millones de euros a la Juventus y, con ello, cerrar el ejercicio 17/18 con unas pérdidas, aunque mitigadas con los ingresos por el portugués, por encima de 25 millones. Según trasmite el Valencia, la disputa de la Liga de Campeones suaviza el difícil paisaje económico. Además, la confianza en las capacidades de Marcelino y los jugadores eleva las expectativas de que durante la temporada se generen ingresos extraordinarios considerables, si el equipo avanza como mínimo una ronda en la Champions. En la zona noble de la entidad se garantiza que no hay necesidad de vender futbolistas por debajo del valor de mercado. Precisamente, el más deseado por la competencia en España y Europa es Rodrigo Moreno, cuya cláusula de rescisión es de 120 'kilos'. Para el técnico, el hispano-brasileño es la pieza fija de su puzle de ataque.

Incluso, el discurso que emana del Valencia es que podría soportarse una campaña más acumulando pérdidas en el balance, siempre y cuando fuesen inferiores a las registradas el 30 de junio de 2018. Según la contabilidad blanquinegra, este curso el presupuesto será mayor, y también más amplio el margen del Financial Fair Play, para poder hacer un buen equipo. Por eso, se asegura que «lo importante es conseguir tener el mejor equipo dentro de las posibilidades del Valencia». Es decir, con tal de darle máxima prioridad a lo deportivo sólo se escuchará «ofertas irrechazables» por jugadores referenciales, como dijo Marcelino el jueves preguntado por Rodrigo.

En las últimas semanas se ha especulado con que la serie de fichajes podría obligar al club a vender al delantero de la 'Roja'. De hecho, el interés firme que se mantiene por Guedes ha alimentado esa idea como solución para cuadrar el próximo presupuesto. Sin embargo, esos pensamientos se rechazan desde los encargados de gestionar el Valencia. «El club está gastando lo que sabe que puede gastar sin perder de vista el objetivo de cuadrar las cuentas». Y se insiste, ahora mismo no hay ninguna necesidad de vender futbolistas.

Incluyendo los casi 15 millones pactados con el Atlético por Gameiro, el Valencia lleva gastados 70 millones de euros en los fichajes de Kondogbia, Diakhaby, Racic, Wass, Piccini... Estas cantidades engrosarán el capítulo de gastos en el ejercicio del Centenario, un año en el que el club está dispuesto a volver a correr un riesgo económico en pro de un equipo lo más competitivo posible. Es la clave para repetir plaza entre los cuatro primeros de la Liga y hacer una Champions en la que pasando los grupos la lluvia de millones roce el doble solo por logros deportivos de los 15 'kilos' que garantiza la competición de partida. Ganancias no contabilizadas a día de hoy. Ese sería un escenario ideal, pero si por el contrario la temporada no fuera positiva el Valencia sí se vería en la obligación de vender a varios jugadores clave antes de cerrar el balance en junio de 2019.

En todo este contexto se enmarca también el hecho de que el club siga en su idea de no malvender a Zaza, si las ofertas no se acercan al valor de un internacional con Italia. Por ello, gana vida la opción de que 'Simo' pueda quedarse, acepte un rol de suplente en este inicio y luche por aumentar su protagonismo.