Marcelino tiene prisa con el lateral derecho. Desde que terminara la temporada pasada quedó claro que era la posición más urgente a reforzar pero no debía ser necesariamente el primer fichaje. Ahora eso ha cambiado. Hoy es sábado 14 de julio y falta un mes para que empiece la Liga. Y lo que es más importante, el viernes de la semana que viene, día 20 de julio, el equipo comienza los entrenamientos más importantes de la temporada, los de la concentración de pretemporada, que este verano es en Suiza. Pues bien, para ese día la intención de Marcelino y del Valencia CF es que el lateral derecho esté ya entrenando con el equipo. Está por ver quién será ese futbolista, pero se puede afirmar que hay varias circunstancias que hacen que en estos momentos esté más cerca el fichaje de Cristiano Piccini del Sporting de LisboaCristiano Piccini que el holandés Hans Hateboer del Atalanta italianoHans Hateboer. Y los motivos se pueden sustanciar en económicos y deportivos.

El Valencia no puede esperar eternamente al lateral derecho como sí está dispuesto a esperar hasta el final Gonçalo Guedes y tiene una explicación deportiva; Guedes es la guinda del proyecto, el lateral derecho forma parte de la columna vertebral del equipo. En estos momentos, Marcelino tiene la plantilla hecha en un porcentaje muy alto, y puede esperar a ver qué pasa con futbolistas como el portugués o Zaza y su posible recambio si es que termina saliendo. Donde no puede esperar porque no quiere es en el lateral derecho. Cierto que no es una posición sustancial en un equipo como pueda ser un portero, un pivote defensivo, un canalizador del juego o el delantero, pero el técnico asturiano considera que la temporada pasada por las deficiencias en esa posición se escaparon puntos y no quiere que se repita situación.

Los motivos económicos

Pero más que los deportivos, pesan los motivos económicos. No se puede afirmar de manera rotunda que el Valencia CF haya decidido de manera definitiva renunciar a Hateboer, pero sí hay una realidad incontestable, si el Atalanta no cede en sus pretensiones económicas el Valencia no va a llegar. Cabe pensar incluso que Mateu Alemany y Pablo Longoria harán una nueva oferta porque de lo contario sería dejar tirado al futbolista, que no públicamente pero sí en privado, le ha dicho al Atalanta de manera clara que quiere jugar en el Valencia CF.

Esto ha llegado incluso a provocar que el conjunto italiano lo mandara a entrenar con el equipo Primavera, que es el filial. Sin duda toda una postura de fuerza y declaración de intenciones que calibra hasta qué punto Hateboer se ha mojado. De ahí que lo lógico sería pensar en una nueva oferta valencianista por él. Otra cosa es si el Atalanta aceptará, ya que pide quince millones de euros por él.

Al respecto, el argumento que esgrime el futbolista a los dirigentes italianos para que le dejen salir al Valencia es que lo ficharon por 300.000 euros y ha rendido bien, y que los ocho millones que ofrecen los de Mestalla suponen una excelente operación. Pero el Atalanta solo tiene ojos para los 40 millones por los que el Valencia CF ha vendido a Cancelo, -también lateral derecho- a la Juventus. Y en este contexto es donde gana enteros el italiano Cristiano Piccini, cuyo fichaje puede ser bastante más económico. En los recientes problemas institucionales que ha vivido el Sporting de Lisboa Piccini ha sido de los pocos jugadores que no ha denunciado al club portugués y a cambio, si llega una oferta por él, el nuevo presidente se ha comprometido a negociar y pedir mucho menos que en otras condiciones. Es la clave.