Hace un par de semanas Arturo Vidal, futbolista del FC Barcelona, dijo que «con el VAR el Bayern de Múnich tendría dos Champions más». El chileno se refiere a las dos últimas ediciones, donde los alemanes cayeron frente al Real Madrid en un clima cargado de polémica por las decisiones arbitrales. La aplicación de la tecnología en la Liga ha rebajado las tensiones y, sobre todo, produce la sensación tanto en los aficionados como en los actores principales de que el desarrollo del juego va a ser más justo que en temporadas anteriores. El videoarbitraje supone, por parte de la FIFA y aquellas competiciones, como la Liga, que lo han implantado, el reconocimiento de un exceso de errores flagrantes en el pasado. Asimismo, reabre heridas en la memoria de los seguidores de la mayoría de equipos, que se preguntan: «¿Dónde habríamos llegado si aquel día el árbitro hubiera utilizado el VAR

Por ahora, Arturo Vidal podría volver a hacerse la misma pregunta al concluir la Champions 18/19, ya que la UEFA no ha aceptado el uso de la tecnología y se debate si empezar a hacerlo a partir de los cuartos de final. En España se experimentó en la final de la Supercopa y ha entrado con buen pie en la Liga. Sin embargo, en la Copa «de momento, no habrá VAR», según Luis Rubiales, presidente de la Federación Española. Por otro lado, el nuevo jugador del Barça debería recalcular el número de Copas de Europa de su exequipo, el Bayern (5), si la asistencia de vídeo para los colegiados hubiese llegado con el siglo XXI. ¿Tendría el Valencia una Champions en su palmarés si Dick Jol pudiera haber revisado el penalti que señaló por mano de Carboni mientras le empujaba Jancker? Esa es una cuestión sin respuesta para una final disputada de poder a poder, que Effenberg empató desde los once metros en el minuto 50. Aún así, el aficionado valencianista está perfectamente legitimado para hacérsela en el contexto de un deporte que durante décadas ha vivido a espaldas de unos avances tecnológicos que lo habrían dotado mucho antes de una mayor imparcialidad. Incluso, todavía hoy las rencillas entre diferentes organismos y federaciones provocan que el videoarbitraje no se haya insertado en todas las competiciones.

SUPER aprovecha la aparición del VAR en la liga española para repasar una decena de decisiones arbitrales que habrían sido diferentes -cambiando en parte el destino del Valencia CF- en caso de haber contado con un grupo de apoyo en una sala de vídeo. A veces, los blanquinegros resultaron beneficiados, como cuando el suizo Urs Meier no vio el gol de Juan Sánchez con la mano ante el Leeds en la vuelta de semifinales de la Champions en mayo de 2001, o hace solo unos meses, cuando Neto blocó un disparo de Messi y no pudo sacar la pelota antes de que rebasara la línea de gol. No obstante, los agravios padecidos en los casi 18 años de siglo han sido bastantes más. A manos del Barcelona, el Sevilla, el Atlético, la Real Sociedad... y, sobre todo, el Real Madrid. Entre 2002 y 2013 'chorizadas', 'robos' y 'atracos' ganaron un espacio en el vocabulario valencianista con los blancos siempre en el lado afortunado. Una polémica que viene de largo. Los árbitros Insausti y Fausto Martín privaron al Valencia de alcanzar los cuartos de final en la Copa de 1930. El Madrid se impuso 2-5 en València con dos goles tras falta previa. La vuelta en Chamartín fue aún más descarada. Los valencianistas ya habían marcado dos tantos cuando Martín anuló dos más a Picolín y Navarro. Hasta el público local protestó contra el colegiado que impidió por dos veces que la eliminatoria quedase igualada. Así que el capitán Amorós llamó a filas al equipo y el Valencia se retiró del campo.

Lucha contra los elementos

El Valencia campeón de 2002 y 2004 debió 'cumplir penitencia' en sus visitas a Madrid por discutir el dominio en la Liga. El 13 de enero Pérez Pérez invalidó un golazo en plancha de Ilie, prácticamente desde fuera del área, por fuera de juego. Perdonó la roja a Hierro. La derrota dejó quinto al equipo, a cinco puntos del líder, el Madrid. Dos años después, los de Rafa Benítez hubieran salido como líderes del Bernabéu, de no ser por Tristante Oliva y el penalti inventado de Marchena a Raúl. La invención acabó en empate a uno, con el Valencia dos puntos atrás y la prensa afín al club blanco buscando justificación en manuales de judo. Entre las 'misiones imposibles' en el estadio madridista tampoco faltan las expulsiones sin sentido de Aimar en 2003 y Albelda en 2010 que decantaron la balanza. En Mestalla se vivieron también escenas 'insalvables' hoy en día para el VAR: Aquellas manos de Ramos

En 2002 y 2004 el Valencia acabó imponiéndose en una lucha contra los elementos. Como pasó en la Copa 2008, tras vencer en semifinales a un Barça que en la ida había empatado en el minuto 93 en una jugada que comenzó con unas claras manos de Etoo. Pero no siempre hubo un final feliz. El Atlético levantó la primera Liga Europa. En 2012 y 2014 Barça y Sevilla también se quedaron con los títulos de Copa y Liga Europa tras apear de los blanquinegros en unas semifinales repletas de polémica en su primer asalto. Asimismo, en 2013 Muñiz Fernández se empeñó en minar el camino copero en el Bernabéu y los arbitrajes en San Sebastián y Sevilla empujaron a los de Valverde fuera de la cuarta plaza. ¿Habría algún título más en las vitrinas de Mestalla, si el fútbol no fuera tan reacio a las innovaciones?

La mayor ´chorizada´ de los últimos tiempos

En las últimas dos campañas el escándalo arbitral más grave sufrido por el Valencia CF ocurrió en la Youth League, competición que los juveniles del club volverán a disputar desde el miércoles 19, aún sin que la UEFA haya aprobado la utilización del videoarbitraje en sus competiciones. El 23 de febrero de 2016 los juveniles de Javi Sanchis cayeron eliminados frente al Chelsea por culpa de un error arbitral que recorrió todas las cadenas de televisión del Viejo Continente. Los dos contendientes llegaron a la tanda de penaltis tras empatar a uno. En el primer lanzamiento de los blanquinegros Alberto Gil embocó el balón entre las redes, pero el suizo Jacottet dijo que no, al confundirse porque la pelota salió repelida por un hierro interior de la portería. Increíble. Incluso, el asistente animó al árbitro a revisarlo en un monitor. No quiso saltarse la norma en pro de la justicia deportivo. El escrito a la UEFA no tuvo consecuencias.