En el vestuario del Valencia CF los cinco sentidos de los protagonistas enfocan intensamente al Real Betis. Es el mensaje que emana desde dentro después de que el entrenador, Marcelino García Toral, haya estado trabajando en este objetivo desde que los futbolistas no internacionales empezaron a preparar el partido al día siguiente del empate en el derbi de Orriols. Con el paso de los días, no sólo el equipo, sino buena parte del valencianismo se ha autoconvencido de que este sábado la Champions y la Juventus de Cristiano Ronaldo deben quedar totalmente aparcados, olvidados, hasta haber cosechado los primeros tres puntos de la temporada. En los cálculos locales no se contempla otro resultado posible, la Champions League comienza con la misma Liga. Como a lo largo de la semana han recordado el director general, Mateu Alemany, y el técnico, el torneo de la regularidad es el que abre las puertas de la mayor competición continental de clubes y los beneficios que reporta.

Los ingresos que esta campaña 18/19, por ejemplo, sustentarán un aumento en los costes de plantilla procederán en buena medida de la Liga de Campeones de la UEFA. Tras un pobre comienzo, con sólo dos puntos sobre nueve, el Valencia esta obligado a labrarse desde esta tarde el camino hacia la Champions 2020. El hecho de no conocer la victoria en tres jornadas ha generado las primeras necesidades del curso, explicadas perfectamente por Marcelino: "Lo primero es el Betis... Tenemos que ser cuartos y hay tres equipos que están entre los cinco mejores de Europa, lo que limita nuestras posibilidades y, además, aunque en algún partido pudimos ganar, venimos de tres encuentros sin conseguirlo".

La ilusión del regreso a Europa frente a rivales como la Juventus o el Manchester United debe aplazarse por unas horas más... o transformarse en el deseo de cantar victoria por primera vez en la Liga 18/19. La capacidad de intimidación en los rivales que posee el público de Mestalla siempre ha sido uno de los mejores baluartes del Valencia y hoy es un día para volver a demostrarlo. La presión al juego de posesión del Betis de Setién no nacerá únicamente en las piernas de los once jugadores blanquinegros, sino que emanará también desde el calor de unas gradas que en el estreno frente al Atlético del 20 de agosto ya evidenciaron de lo que son capaces. La previsión es que esta tarde la entrada se acerque de nuevo a los 45.000 espectadores. Marcelino sabe de la importancia del valencianismo en la carrera hacia la Champions y ayer solicitó su ayuda para ganar y mirar hacia la parte noble de la clasificación. «El Betis se ha reforzado muy bien, tiene una identidad y nos va a poner en dificultades. Pero estamos capacitados para ser un equipo durante los 90 minutos, ese fue nuestro error. Hasta ahora hemos sido un poco irregulares. Sabemos cómo hacerles daño y pedimos el apoyo de la afición para ganar el primer partido. Los dos equipos iremos a por el triunfo, seguro que seremos capaces de convertir Mestalla en un estadio difícil para los rivales», explicó Marcelino.

En la vertiente deportiva, como admite, la irregularidad es el factor que más preocupa al entrenador asturiano. La urgencia, también a la caza de un bloque más consistente durante el mayor número de minutos, provoca que a estas alturas de campaña las rotaciones no condicionen los planes de Marcelino. La necesidad, la recompensa para la afición... y un tercer factor empujan al Valencia a por los tres puntos contra el Betis, un positivo cambio de escenario en el inicio del exigente calendario que aguarda en las próximas tres semanas. Esta tarde -18:30 horas- el Valencia-Betis se presenta como un duelo plagado de alicientes. El reestreno de Guedes, la vuelta de Kondogbia y la visita de un rival con una tropa de exvalencianistas liderados por Joaquín y un 'renacido' Sergio Canales.