La redacción del acta por parte del colegiado alemán Felix Brych es la clave para la sanción que la Comisión de Disciplina de UEFA va a imponer a Cristiano Ronaldo por la tarjeta roja de Mestalla. En cualquier caso, salvo sorpresa, el castigo a la estrella de la Juventus según viene reflejado en el artículo 15 del Código Disciplinario estará entre uno y tres partidos de suspensión por esa acción en la que uno de los asistentes vio un comportamiento merecedor de la expulsión, como así trasladó al árbitro.

Si Brych habla en el acta del Valencia CF-Juventus de agresión, la sanción será de tres partidos en atención al reglamento de la competición, con lo que Cristiano no volvería a jugar en la presente edición de la Champions hasta el partido de vuelta en el Allianz Stadium frente al equipo de Marcelino, el próximo 27 de noviembre. Se perdería por tanto el Juventus-Young Boys y los dos enfrentamientos contra el Manchester United de José Mourinho. Estamos ante una circunstancia que podría influir de una manera relevante en el desarrollo de los acontecimientos en este grupo H de la Champions, al tratarse de una ausencia importante para esos dos partidos ante el conjunto inglés.

Si por el contrario la redacción del acta hablase solamente de conducta antideportiva, en lugar de agresión, la sanción de Cristiano se quedará en un solo partido, el que su equipo jugará el próximo 2 de octubre ante sus aficionados frente al campeón suizo. Hay que tener en cuenta que en los partidos de Champions League las actas no son públicas y solo se comunican de manera privada a los clubes.

En cualquier caso, lo que es seguro es que sanción habrá. El portugués se perderá al menos un partido al haber visto la cartulina roja sea cual sea la redacción del acta y coincida o no con las imágenes del vídeo, que en caso de en caso de reflejar un error manifiesto del árbitro solo servirían para rebajar la sanción máxima de tres partidos a dos o incluso uno.

En principio, la reunión del organismo disciplinario de la UEFA está prevista para el 30 de septiembre. La Juventus, una vez tenga constancia de la sanción definitiva impuesta a su futbolista, tiene la posibilidad de recurrir ante el órgano de Apelación del estamento europeo y, en una última instancia, solicitar la suspensión cautelar ante el Tribunal de Arbitraje deportivo (TAS).