Duro golpe para el Valencia CF en general y para su cantera en particular. Es la tragedia de Marc Ferris, el futbolista de la cantera que son solo 21 años ha sufrido por segunda vez una gravísima lesión. Marc se ha roto los ligamentos de la rodilla derecha y estará fuera de los terrenos de juego entre seis y siete meses, lo que en términos futbolísticos supone, prácticamente, decir adiós a la temporada a pesar de que acaba de comenzar.

La triada, que es como comúnmente se conoce a la rotura de los ligamentos de la rodilla, es una de las peores lesiones que puede sufrir un futbolista porque su recuperación es costosa en cuanto a tiempo se refiere y por ello siempre es un mazazo para el jugador en cuestión, pero en el caso de Marc Ferris, llueve sobre mojado.

Y llueve sobre mojado porque es la misma lesión y en la misma rodilla por la que Marc ya se perdió la temporada pasada. Serán los servicios médicos del club los que deberán calibrar si es fruto de la casualidad, que existir existe y hay ejemplos, o si es fruto de una mala recuperación de la anterior. Sea como sea, lo cierto es que supone un contratiempo serio para el joven canterano que hace solo unas semanas había renovado su contrato con el conjunto de Mestalla.

«Le gustaría a Marcelino»

Por sus condiciones futbolísticas, Marc Ferris está llamado a tener al menos la oportunidad de convencer al entrenador del primer equipo pero ya que es un lateral -concretamente lateral derecho- que se puede calificar de moderno, es decir, tiene una potencia física tremenda, un gran despliegue físico, que le permite llegar arriba pero sobre todo defender bien, fundamentalmente en el juego aéreo. De hecho, no son pocos los que en el club valencianista pensaban que esta temporada era muy importante para el joven jugador nacido en Xirivella porque iba a tener la oportunidad de convencer a Marcelino, ya que se ajusta perfectamente al perfil que ha estado buscando el técnico asturiano para el lateral derecho.

Marc se lesionó el pasado sábado en el encuentro que el Mestalla disputó en la Ciudad Deportiva de Paterna ante el Cornellà. Tuvo que abandonar el terreno de juego en el minuto 8 de partido pero mientras se retiraba el futbolista ya evidenció con su llanto que se temía lo peor. Este lunes se le practicaron las pruebas pertinentes que le diagnosticaron la rotura de los ligamentos de la rodilla.