Valencia CF

y Villarreal CF necesitan ganar como el comer. Sus arranques de temporada no han colmado las expectativas creadas este verano. Los tres puntos de Marcelino García Toral y los cuatro de Javier Calleja en las cuatro primeras jornadas no se corresponden al nivel de sus plantillas. Los números preocupan. Las sensaciones, también. Los malos resultados han disparado el nerviosismo en los entornos y han generado los primeros síntomas de ansiedad y dudas en los vestuarios. Por si fuera poco, Europa no fue la medicina que esperaban. La situación es límite para los dos equipos. La necesidad por recuperar el terreno perdido en Liga y enterrar los fantasmas es máxima. Los dos proyectos necesitan un punto de inflexión para despegar. Hoy es el día. Ganar no puede esperar.

Casi tan necesario como los tres puntos es la inyección de confianza y autoestima que supondría ganar. El Villarreal respiró un poco la semana pasada con su triunfo 'in extremis' contra el Leganés, pero aún no sabe lo que es ganar en el Estadio de la Cerámica. El Valencia, por su parte, no se ha estrenado. Tres empates contra Atlético, Levante y Betis y una derrota frente al Espanyol. La primera victoria se hace de rogar aunque para Marcelino «no está tan lejos». El técnico ve indicios para ser «optimista». «El equipo no es absolutamente solvente pero no está tan mal como lo que queremos ver. Se juntan unas circunstancias y todas ellas nos hacen no ganar, el equipo tiene capacidad, actitud, compromiso, tenemos un buen grupo profesional y humano, eso nos hace sentir optimistas. Que vamos a pasar momentos de dificultad, es obvio, pero le pediría a la afición que siga confiando en este equipo porque a mí me lo transmite. Intentaremos ganar, vamos a trabajar para ganar, la victoria no está tan lejos como podemos pensar. Jugamos ante un buen equipo, que lucha por objetivos semejantes a los nuestros, pero vamos con la mentalidad de ganar, con ambición y creo que lo vamos a conseguir», decía Marcelino.

El técnico reconoce que la derrota contra la Juve fue un momento «triste» y «difícil» para el vestuario, pero su confianza en el grupo está intacta y su mensaje no puede ser más claro: «Hoy que apartar las dudas y confiar en nosotros». «Después de la Juve, el equipo ha tenido tristeza, ha vivido una situación difícil, pero no pudo ser. Las primeras 24 horas después son complicadas, a partir de aquí pensamos en lo siguiente, en pensar en ganar, afrontarlo con confianza y seguridad en nosotros mismos. No es sencillo porque cuando no ganas te metes en una dinámica de dudas, pero hay que apartarlas, confiar en nuestra capacidad, en la individual y la del equipo, y empezar a ganar. Hemos estado varios partidos de la Liga cerca de hacerlo, con insistencia, trabajo y mucho compromiso, lo lograremos», afirmaba seguro.

Marcelino está convencido, aunque sabe que necesitará el paso adelante de sus jugadores importantes

Marcelino está convencido, aunque sabe que necesitará el paso adelante de sus jugadores importantes que, como él admite, «no están en su mejor forma o lesionados por diferentes circunstancias». Desde que acabó la Champions no ha parado de trabajar con sus jugadores a nivel táctico y, sobre todo, mental. «Intentamos ayudarles desde el punto de vista mental para que no tengan dudas, son los mismos jugadores que hicieron un partido extraordinario ante el Atlético o el Leverkusen, o en el primer tiempo ante el Espanyol, ante el Levante debimos ganar... El año pasado también tuvimos momentos de dificultad, pero en todos los casos anteriores salimos... y ahora saldremos». Lo sienten Marcelino y sus futbolistas. El problema es que Calleja y los suyos también. Solo vale ganar. Ganar por encima de todo. Ganar o ganar.