El fútbol son momentos y lo importante es estar preparado para aprovecharlos. El contratiempo de Danilo D'Ambrosio -lateral del Inter- ha abierto las puertas de la selección italiana a Cristiano Piccini. La oportunidad no es cualquier cosa, en dos vertientes, para el futbolista y para el Valencia CF. Roberto Mancini lleva tiempo pendiente del futbolista. El nuevo seleccionador de Italia siguió su evolución en el Sporting de Portugal y ha seguido con interés su trabajo en estos primeros meses como valencianista. En sus planes a corto-medio plazo estaba llamarlo. «La experiencia en el exterior -fuera del Calcio- le está haciendo bien, al menos, juega con regularidad, también en la Liga de Campeones. Lo sigo desde hace tiempo... lo hubiese llamado en la siguiente convocatoria», aseguró el entrenador de la Azzurra. No hay mejor gasolina que la confianza y este tipo de estímulos para el futbolista, más todavía para Piccini. El toscano entró en el equipo como un tiro durante la pretemporada, pero los errores en los primeros partidos golpearon duro sobre su seguridad competitiva. La progresión de los últimos partidos, donde hay una mejora sensible en los números le ha servido para conquistar una plaza en su selección.

Piccini ha aprovechado el contexto y las circunstancias. SUPER ya analizó en verano sus opciones después de una entrevista en las que subrayaba el sueño -la Azzurra- y el impulso que podría darle Marcelino: «La selección italiana es una ambición que tengo y creo que el Valencia me puede ayudar a que esa puerta se abra». Poco más de dos meses después, su sueño se ha cumplido. El proceso de regeneración abierto y la falta de alternativas en la posición han ayudado decisivamente a Piccini. Hoy, Alessandro Florenzi -que también está contamplado como interior- es el único fijo. Mancini ha dado oportunidades a Davide Zappacosta o Mattia De Sciglio, pero tienen un rol secundario, por ahora. Matteo Darmian vive en el ostracismo con José Mourinho y Andrea Conti -la gran esperanza- está recuperándose de una grave lesión de rodilla. Los problemas han llevado a Mancini a probar con Manuel Lazzari, buen carrilero de la SPAL. Acostumbrado a jugar en defensa de cinco, no tuvo éxito ante Portugal. Piccini está mejor adaptado en el apartado táctico. Mientras, los Sub-21 -Calabria o Adjapong-todavía están verdes.

Mancini e Italia no tienen tantas opciones. La perspectiva es fundamental. También el control de las expectativas. El Valencia puede encontrar un Piccini reforzado después de su experiencia azzurra. Los pasos se han dado. Marcelino le ha dado continuidad -ha insistido, con las curvas que han aparecido dentro del proceso de adaptación- y el futbolista ha empezado a ofrececer señales de vida. En Old Trafford resistió ante los ojos de medio mundo; sus números han ido mejorando en los últimos partidos. Así lo dice el rating estadístico del portal WhoScored. La fase de mejora se ha visto recompensada de inmediato. La crítica italiana no olvida el partido que cuajó ante la Juve, en Champions, la temporada pasada.