De 'final' en 'final'. Los partidos del Valencia CF ganan en importancia... y presión. El equipo de Marcelino aterrizó este lunes en Suiza, corazón financiero de Europa, con más agobios todavía que en la Liga española. La irregularidad que persigue a la mayoría de rivales en Primera División, y un largo calendario de nuevas oportunidades, ofrecen al grupo de Marcelino la oportunidad de subirse a los cuatro primeros vagones del tren enlazando un par de victorias. En la Champions, sin embargo, el formato de sólo seis jornadas provoca que las apreturas puedan ahogar, ya hoy mismo, si el Valencia no es capaz de estrenar esta tarde (18: 55 horas) el casillero de triunfos en el Stade de Suisse de Berna.

El entrenador blanquinegro, Marcelino García Toral, aseguró el lunes en la previa del Young Boys-Valencia que tanto los futbolistas como él afrontan el duelo «con la máxima ambición, sabiendo que representan a un gran club». «El objetivo es llegar al partido contra el Manchester United con opciones de clasificarnos entre los dos primeros del grupo», indicó el técnico. Para poder presentarse el 12 de diciembre en Mestalla -en lo que será el cierre de la fase de grupos- con posibilidades de pasar a los octavos de final del mejor torneo mundial de clubes, la victoria en el feudo del Young Boys es un paso previo necesario.

La Juventus de Turín, líder del grupo H, ha puesto la directa, así que el United de Mourinho se presenta como el adversario a batir para hacerse también con el valioso premio económico que significa seguir con vida en la Liga de Campeones, más allá de la fase de grupos. Alrededor de 20 millones de euros sin contar el añadido por market pool. Este martes el equipo blanquinegro está obligado a repetir lo hecho en Berna por los diablos rojos en la primera fecha de la competición. Ganar. 0-3 con dos goles de Paul Pogba y uno más de Martial el pasado 19 de septiembre. En este momento de crisis en el terreno del gol, quizá, tres tantos pueden parecer demasiados para un Valencia que de momento no lleva ninguno en la Champions y apenas siete en nueve partidos de Liga. Con uno más que los suizos será suficiente. La suma de tres puntos de una tajada esta tarde en Berna podría, incluso, servir al Valencia para cazar en la carrera por los octavos de final a los red devils, siempre y cuando por la noche la Juve conquiste la victoria en el clásico Old Trafford.

Ni la poca puntería de los delanteros -Rodrigo, Batshuayi y Gameiro- ni los problemas de profundidad por los extremos, acrecentados después de las lesiones de Guedes y Cheryshev, ni tampoco la hierba sintética de un campo en el que caben 32.000 espectadores, sirven de excusas para un Valencia obligado a imponer la superioridad y el favoritismo que se le suponen ante el Young Boys. La Champions no espera a nadie, menos en un grupo con los turineses, infalibles hasta la fecha, y el Manchester impredecible del portugués Mourinho compañeros de viaje.

Para los once protagonistas que elija Marcelino, en una formación nuevamente con rotaciones, el reto a superar será la ausencia por segundo partido consecutivo de Gonçalo Guedes. Wass y Ferran Torres -sin descartar la opción de que Rodrigo actúe por primera vez desde el comienzo en un costado- son las alternativas que pasan por la cabeza del entrenador. Carlos Soler será fijo en uno de los dos extremos. La nota positiva en el Valencia es la vuelta al equipo titular de Kondogbia. El '6' siente el compromiso de ayudar a sus compañeros a recuperar la senda de la pasada campaña. A los blanquinegros les está faltando genialidad y gol. La responsabilidad, escuchadas las palabras de las últimas semanas, recae toda sobre la espaldas de los delanteros. En Berna hay examen particular para Rodrigo, Gameiro y Batshuayi.