Marcelino García Toralarcelino García Toral retiró a Kevin Gameiro al descanso y su decisión no obedece a motivos físicos sino más bien técnicos. El asturiano no estaba nada conforme con las prestaciones que ofrecía el '9' sobre el terreno de juego de La Romareda y después de 45 minutos decidió que ya tenía suficiente. Mandó calentar a Batshuayi y a la salida de vestuarios el cambio era una realidad. Apenas transmitió en ataque y su falta de colmillo es desesperante. El técnico ya demostró en Bilbao que no se anda con chiquitas y que su paciencia se está agotando. De hecho, ya setenció a Batshuayi después de que, tras una pobre actuación por parte del belga en la que marró una acción que era casi un mano a mano y en la que el control fue una sentencia, se encarara con el linier y eso pudiera costarle la expulsión: «perdió la concentración en el partido», argumentó después.

La confianza en Gameiro y en Batshuayi va más allá de dos meses de competición pero lo que está claro es que no pasan por un buen momento y, en contraste, la reaparición de Santi Mina le brinda al equipo un argumento al que aferrarse. El futbolista gallego del Valencia CF da un golpe de mando por la titularidad por intensidad, mecanismos tácticos, orgullo, lucha... Pero sobre todo, gol. Concretamente dos. Su doblete en La Romareda lo catapulta hacia el encuentro del sábado ante el Girona. ¿Lo premiará Marcelino en la próxima jornada de LaLiga?