Dani Parejo es un futbolista imprescindible para Marcelino en el MarcelinoValencia CF, pero su ausencia no debería causar angustia a corto plazo. En un equipo con varios futbolistas lejos de su mejor versión, Francis Coquelin y Francis CoquelinCarlos Solerrompen como excepciones dentro de la plantilla. Los dos están en un buen momento, para Marcelino caben juntos en el 4-4-2 y son absolutamente compatibles con Geoffrey Kondogbia. En San Mamés ya coincidieron los tres, más Parejo. Soler fue a la banda derecha y Coquelin, a la izquierda. Ante el Girona, uno de los dos entrará en el eje. El míster asturiano ya advirtió después del partido de Copa del Rey ante el Ebro que el recambio de Parejo «estaba más o menos claro ya». La diferencia está en un paso. El mejor centro del campo posible para el Valencia pasa de cualquier forma por aprovechar el momento de Francis

En el apartado creativo, Carlos es más parecido a Parejo, pero también tiene armas para hacer daño por fuera. Coquelin es pura energía, pero se mueve con más naturalidad por dentro. Los dos franceses han jugado juntos en el eje, por ejemplo, ante la UD Las Palmas, en el Estadio de Gran Canaria, en uno de los peores partidos de la temporada pasada. Por momento (Coquelin estaba recién llegado) y contexto no es una referencia. En cualquier caso, son intercambiables durante el propio partido. Depende del análisis que haga el cuerpo técnico, por dónde, cómo y cuándo quiera hacerse fuerte ante el bloque que dirige Eusebio. La recuperación de Gonçalo Guedes puede servir para recuperar la versión más próxima al ideal de Marcelino en el centro del campo por físico, calidad, despliegue, atrevimiento, llegada.

Capacidad para ganar duelos

Junto con José Luis Gayà, Soler se ha convertido en el futbolista más continuo y con el pico de rendimiento más alto de la plantilla. Neto, José Luis GayàNetoGaray. Es cuestión de poner en valor el crecimiento de Soler en un marco de dificultad en el que muchos de sus compañeros han involucionado. Lo mismo sucede con Francis Coquelin, tras superar la rotura del tendón de Aquiles, el francés ha vuelto con un ritmo superior, dejando constancia de su personalidad y madurez. Está fresco, sólido y seguro, como si la lesión -grave- hubiera sido un pellizco en el tobillo. Recupera, toca, rompe líneas en conducción. Ahora mismo es una pieza imprescindible. Con él, hay más velocidad en la circulación, más determinación para ganar duelos, más fuerza para lanzar el ataque rápido y dominar las transiciones.