Marcelino García Toral está muy preocupado por la marcha de su equipo esta temporada y por cómo puede afectar negativamente este ambiente enrarecido a sus jugadores. El técnico del Valencia vio con sus propios ojos cómo Mestalla despedía a su equipo entre silbidos y pañuelos después de la derrota contra el Girona. El lunes reunió a sus jugadores en la ciudad deportiva de Paterna para analizar el 0-1 del sábado e intentar blindar el vestuario en este momento crítico de la temporada. El asturiano quiere evitar todo tipo de filtraciones de dentro hacia fuera para no debilitar más al grupo. Ahora más que nunca está convencido de que hay que lavar los trapos sucios en casa. El entrenador, al mismo tiempo, quiere que el cuerpo técnico y la plantilla se hermetice al máximo para protegerse de todas las críticas del exterior. Un intento más de Marcelino para sacar el equipo adelante.

El técnico repasó tácticamente el partido contra el Girona. No es habitual que lo haga en caliente 24 horas después del partido. Prefirió hacerlo ayer más en frío. Su discurso interno es más exigente que el público, pero va en la misma dirección. Es similar en líneas generales: "Las victorias no van a tardar en llegar". Pablo Longoria escenificó el apoyo a Marcelino y a los jugadores en el entrenamiento del domingo. Ayer fue el turno de Pablo LongoriaAnil Murthy

Apoyo total desde los despachos

El presidente mostró su apoyo al equipo en plena crisis de juego y resultados y, al mismo tiempo, pidió el respaldo de la afición de cara a la 'final' de mañana contra los suizos del Young Boys en la Champions League. Lo hizo a través de las redes sociales con el siguiente mensaje: "Este equipo va a pelear aún más por acabar por fin con la mala dinámica y volver a darnos más alegrías. Son los nuestros y se merecen y necesitan más que nunca mi apoyo y el de su gente, todos sufrimos y nos alegramos con lo mismo. El miércoles, próxima batalla que ganar juntos, Mestalla es de Champions", escribió adjuntando una fotografía de los jugadores abrazados y haciendo una piña durante un calentamiento pre-partido.

Lo que quedó demostrado el sábado en Mestalla es que el público apoyará al equipo de Marcelino siempre que detecte trabajo y compromiso por parte de los jugadores. El comportamiento de la grada en la derrota contra el Girona fue ejemplar. La afición pitó el cambio de Carlos Soler