El miércoles después de la victoria en la Champions frente al Young Boys (3-1) Santi Mina avisaba: «Estamos vivos». El Valencia CF continúa sin alcanzar la brillantez, sobre todo, en el territorio donde se definen los goles, pero desde que Marcelino apostó por un once forjado en la base de la pasada temporada el equipo ha recuperado un punto de competitividad que lo asemeja más a la versión estándar del curso 17/18. En Getafe, escenario donde hace un año los blanquinegros padecieron su primera derrota, el Valencia mantuvo la cara en alto en la batalla ante uno de los equipos más aguerridos de la Liga, el entrenado por José Bordalás.

En apenas dos minutos el partido había comenzado con varias entradas fuertes a Santi Mina, Rodrigo o RodrigoDani Parejo. La agresiva presión del Getafe, personificada en tipos duros como Damián Suárez o su compatriota uruguayo Arambarri, no dejaba a los valencianistas recibir la pelota de espaldas. Sin embargo, el Valencia no se amedrentó nunca. De inmediato Rodrigo desperdició la primera de tres claras ocasiones, disparando desviado con el exterior un magnífico servicio entre la zaga de Guedes. La primera respuesta de un grupo que ganó más duelos que el Getafe.

Poco después la ocasión clara cayó en la cabeza de Cabrera, que estrelló la pelota en el poste derecho del arco de Neto. Jorge Molina envió a las nubes el rechace. En cuestión de ataque, el duelo se convirtió en un intercambio de golpes directos y, en las zonas centrales, una batalla tras otra para hacerse con el control. El Valencia volvió a mostrarse errático delante de la meta rival y concedió alguna ocasión que pudo costar cara en los inicios de la segunda mitad, en especial, cuando dejó un pasillo excesivo a Portillo y Molina que acabó con el remate del delantero al larguero. Sin embargo, en líneas generales, el bloque del pasado ha dado al equipo ese extra de tensión -o concentración- que también se observó contra Girona, pese a perder, y Young Boys. Nada que ver con el equipo que tocó fondo durante 80 minutos en el triste empate en Mestalla con el Leganés.

El Valencia ha encadenado dos victorias -por primera vez esta campaña frente a dos rivales que hicieron de la contundencia su principal virtud. Si los suizos fueron castigados con 25 faltas y la expulsión de Sanogo, los de Getafe se quedaron en 23 y Bruno González dejó a los suyos con diez por el agarrón a Gameiro en la jugada que derivó el penalti y, en consecuencia, el tanto de Dani Parejo desde los once metros. El regreso del capitán fue la única novedad en el once de los dos partidos anteriores, ya que Kondogbia debió quedarse en el banquillo por molestias en la rodilla. Wass es el único fichaje en un bloque titular que tiene puesto el 'mono de trabajo'. Solidez, como paso previo hacia la brillantez.