La selección española ha perdido estrella y no precisamente la de la Copa del Mundo de 2010. Las dos derrotas consecutivas contra Inglaterra y Croacia han bajado de la nube a la nueva Roja de Luis Enrique y han devuelto las dudas a España. Un baño de realidad en toda regla. El seleccionador está construyendo un equipo y, entre otras cosas, necesitara tiempo. También necesitará que todos aquellos futbolistas que estaban llamados hace unos años a la regeneración del combinado nacional den un paso al frente. No es fácil.

Tampoco ayuda la comparativa permanente con la generación campeona del Mundo y de Europa entre 2008 y 2012. Algunos de aquellos futbolistas son y serán irrepetibles. Como David Silva. El 'mago' de Arguineguín marcó una época con la selección española y hoy será homenajeado en su tierra. Las Palmas de Gran Canaria le espera con los brazos abiertos para reconocer a lo grande su grandiosa trayectoria en la Roja. Un Mundial, dos Eurocopas, 125 partidos oficiales, 35 goles y un sinfín de dosis de talento, calidad, imaginación y mucha magia. La que necesita la actual España.

El exfutbolista del Valencia, criado en Paterna desde niño, será el gran protagonista esta noche en el Gran Canaria. Su presencia, unido al regreso de la Roja once años después, ha levantado una enorme expectación en la isla. Vuelve el hijo pródigo. El canario recibirá un cálido homenaje de su gente y realizará el saque de honor en los prolegómenos del partido. David dijo adiós a la selección el pasado verano a sus 32 años después de un ciclo de doce años -2006 hasta 2018- triunfal. El mejor de la historia. En las retinas de todos quedará su fútbol combinativo de dibujos animados junto a los Iniesta, Xavi y compañía. Él fue uno más de esos 'locos bajitos' que hicieron fantasear al país. «La selección me lo ha dado todo y me permitió crecer como jugador y como persona. Me voy feliz por todo lo conseguido, he vivido y he soñado con un equipo que será recordado siempre», escribía en su emotiva carta de despedida. Ahora le toca a la afición empezar a darle las gracias por todo. El Manchester City sigue disfrutando de su magia. La Roja, por desgracia, ya no.

Kepa en pleno debate De Gea

Luis Enrique no tiene a Silva, pero está obligado a sacar el mejor rendimiento de los que están. Muchos son los frentes que tiene abiertos. El debate eterno de la portería que De Gea se encarga de abrir de vez en cuando, el coladero de la defensa, las dudas en el centro del campo y la indefinición en ataque. El amistoso de esta noche contra Bosnia no servirá para arreglar nada, pero sí es una oportunidad de oro para ofrecer una mejor imagen en el último partido del año y tomar nota de los internacionales que vienen por detrás dispuestos a sumar. El portero del Chelsea Kepa Arrizabalaga puede tener su oportunidad en lugar de De Gea. Además, podrían debutar en el centro de la defensa Diego Llorente (Real Sociedad) y Mario Hermoso (Espanyol), así como Pablo Fornals (Villarreal) y Brais Méndez (Celta de Vigo) en la zona de creación. Hoy son ellos, pero dentro de muy poco también puede ser Soler.

Por su parte, la selección de Bosnia y Herzegovina, que dirige el croata Robert Prosinecki y cuya estrella es Edin Dzeko (Roma), llega reforzada en su confianza tras nueve partidos consecutivos sin conocer la derrota, aunque algo debilitada por la ausencia del experimentado centrocampista Pjanic -Juventus-, lesionado. Tampoco estará el defensa Ognjen Vranjes (Anderlecht) por inflamación respiratoria.