El mercado invernal está prácticamente a la vuelta de la esquina y los principales responsables del Valencia CF comienzan a plantearse seriamente la posibilidad de reforzar la plantilla. Fichar o no fichar, esa es la gran pregunta que marca la situación actual en la parcela deportiva. Marcelino, como expresó en la entrevista de Deportes COPE Valencia esta pasada semana, insiste en que «no habrá fichajes si no hay salidas» y todos los mensajes públicos que destila el club van en esa misma dirección, pero bajo la aparente quietud y los discursos políticamente correctos ha llegado el momento de definirse ante el mercado. Los dirigentes del club cuentan, a falta de la confirmación definitiva, con la visita de Peter Lim, dentro de aproximadamente tres semanas. Las fechas no son exactas pero el partido contra el Manchester United en la Champions es, inicialmente, la 'excusa' que traerá de vuelta al propietario en la ciudad. Mateu Alemany, Marcelino y Pablo Longoria comienzan a posicionarse, imponiéndose la necesidad de tener perfilado el plan de actuación para el mercado a la llegada de Lim a expensas de que dé luz verde o no.

El año pasado se siguió exactamente el mismo procedimiento. Todo el trabajo estaba hecho para la visita del propietario y el cónclave -el mismo que ya preparan en el club un año después- se produjo el día 28 de noviembre. Reunión casi maratoniana en el Hotel Las Arenas y al final de la tarde, comunicado oficial del club: «Reunión de trabajo muy productiva entre Peter Lim, Anil Murthy, Mateu Alemany y Marcelino para tratar las decisiones deportivas planificadas para la segunda parte de la temporada 17/18 y preparar la 18/19». Aquel día todas las patas de la estructura deportiva del club le explicaron las necesidades que había en aquel momento y le hicieron ver la conveniencia de fichar. La idea era traer un centrocampista, un delantero y explorar las opciones que había de traer de vuelta a Cancelo tras media temporada de bajo protagonismo en el Inter de Milán. En cuanto al centrocampista el favorito de Marcelino era Javi Fuego. El técnico telefoneó a Quique Sánchez Flores, técnico por aquel entonces del Espanyol, pero no pudo ser y se fichó a Coquelin. En el ataque el favorito era Sandro Ramírez, una operación que no fue viable, como tampoco lo fue Gameiro, la alternativa al canario, debido a la negativa de Simeone a dejarlo salir. La tercera opción fue Luciano Vietto, que vestiría de blanquinegro hasta final de temporada. Peter Lim, con todo sobre la mesa, levantó el pulgar y fue ahí cuando el club pasó a la acción para acometer las incorporaciones.

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Así está el mercado de fichajes de invierno del Valencia CF

El Valencia CF valora ahora su estrategia de mercado. Los próximos partidos van a acabar de dilucidar el panorama, cabiendo incluso la posibilidad -remota- de no fichar. Descartada la salida de Lato, como avanzó SUPER, y también la de Ferran Torres, los focos se centran en la delantera y en el centro de la defensa. Michy Batshuayi va a tener una segunda oportunidad y en el club confían en que la suya es una situación reconducible pero tene que dar la talla. No es un problema de eficacia sino de integración, adaptación, exigencia y compromiso. La otra situación que no está del todo clara es la de Murillo. Ha jugado solo tres partidos oficiales hasta la fecha en lo que va de curso, Marcelino le abrió de algún modo la puerta con sus declaraciones en COPE y el jugador va a tomar una decisión en base al protagonismo que tenga ahora. El club sigue trabajando y puliendo un plan para la llegada de Peter Lim.