El Vitória de Aderllan Santos perdió el pasado jueves contra el Cruzeiro por 3 goles a 0 y el ex valencianista fue el gran protagonista del encuentro. En el minuto 42 marcó un gol en su propia portería y después provocó un penalti. El jugador, tras una de sus actuaciones más desafortunadas desde su vuelta a Brasil, comparecía abatido ante los medios de comunicación tras el encuentro: «Es difícil hablar. La gente lucha, intenta hacer las cosas correctas, pero acabé penalizado por el gol contra, por el penalti. Salgo de aquí con una tristeza muy grande. Debo pedir perdón a mis compañeros y a los aficionados. Hoy es el peor día de mi vida en el fútbol. Todo el mundo sabe de mi lucha. Solo queda pedir perdón, no tengo de qué hablar. Es una noche para olvidar».
Su fallo deja al Vitória en una situación muy comprometida. Quedan dos partidos para el final de curso y el Vitória, además de ser el equipo más goleado, es decimonoveno -penúltimo- y está a punto de consumar el descenso. Este domingo juega contra el Gremio en la penúltima jornada (37) del Brasileirao y el último asalto se disputará el 2 de diciembre, a domicilio contra el Palmeiras, líder a falta de un punto para ser campeón. El futbolista, cedido por el Valencia CF al Sao Paulo -que a su vez lo mandó el Vitória- tiene contrato con el club de Mestalla hasta junio de 2020, es decir, le queda un año y medio por delante y salvo que el Valencia CF consiga traspasarlo ya deberá presentarse de vuelta en València en las próximas semanas, una vez finalizado el curso en Brasil. Un problema a la vista.
