Mañana la Juventus tendrá enfrente un Valencia diferente al que derrotó 0-2, el 19 de septiembre, con un hombre menos sobre la hierba de Mestalla. Aquel fue el último día en el que los de Marcelino. Desde entonces la reacción blanquinegra vivió unas veces cohibida por mala puntería y otras, como en la visita del Leganés, por atascamiento en sus mecanismos de ataque. Últimamente, la irrupción goleadora de Santi Mina siempre -desde el empate sin goles en Vila-real- en la solidez defensiva. Una virtud que ha tenido como denominador común en cada uno de los 13 partidos contenidos entre los dos duelos Champions con la Juve al stopper Francis Coquelin.

El 23 de septiembre el francés regresó al equipo tras haber superado una fractura en el tendón de Aquiles que le apartó medio año de los campos. En el estadio del Villarreal entró en el minuto 58 para subsanar la rigurosa expulsión de Dani Parejo. La intensidad con la que volvió a competir, reactivando las demás arterias del equipo, sorprendió a propios y extraños después de tanto tiempo de inactividad por culpa de la grave lesión. Sin embargo, aún más sorprendente, es la fortaleza con la que Coquelin ha continuado participando hasta hoy sin tomarse ni un sólo respiro.

Marcelino García ha utilizado al ex del Arsenal en todos los encuentros -nueve de Liga, tres de Champions y uno de Copa- desde que pudo hacerlo aquel día en La Cerámica. Coquelin ha sido titular en ocho partidos y en la mitad el Valencia acabó sin recibir gol. Ha participado en las cinco victorias y en seis de las siete 'porterías a cero' en competición oficial. El '17' se ha erigido en pieza fundamental en el rendimiento defensivo junto a indiscutibles como Neto, Gabriel y Garay, Gayà y un fortalecido Carlos Soler. Precisamente, el '8', Gameiro y Coquelin son los únicos del plantel que han jugado en esos últimos 13 envites oficiales del Valencia.

Francis Coquelin, sin discusión, ha colaborado en gran medida en la transformación experimentada por un Valencia que hoy tiene algunos datos de los que estar orgulloso. Los cuatro tantos recibidos en las últimas diez jornadas le hacen ser el bloque menos goleado de la Liga junto al Atlético de Madrid. Ambos con nueve dianas en contra. La firmeza en defensa ha servido para la consecución de dos victorias consecutivas en el torneo de la regularidad, que valen para acercar la zona Champions a seis puntos.

La inclusión en el equipo de Coquelin ha fortalecido las transiciones defensivas, ayudando a coser rotos en el pasillo central, y ha empujado la presión hacia delante. Lo hecho frente al Rayo es un buen ejemplo. El medio francés, además, hace que el juego fluya tocando de primeras. Corazón, equilibrio y toque fácil con los que Marcelino ha podido solventar las ausencias de Kondogbia o Parejo por molestias físicas o, incluso, blindar la media colocando a 'Coque' en una banda en partidos clave como fue el de Old Trafford... y como será el de Turín.