Un calendario para escaladores. El equipo de Marcelino afronta un mes tremendo en el que jugará partidos cada tres o cuatro días. Etapa grande, empezando por el Rayo. Un partido clave para consolidar la mejora sumando tres puntos al esprint. Las rampas más duras rompen de inmediato, con dos puertos de categoría especial: Turín (Juve) y Santiago Bernabéu (Real Madrid). Antes de volver a la alta montaña, el Ebro brinda un plano recto donde sellar la clasificación para los octavos de Copa. La visita del Sevilla es fundamental para ganar impulso, crédito y fuerza. El duelo con el equipo de Pablo Machín es estratégico en clave liguera. El ritmo de los valencianistas depende -en gran medida- de reactivar el factor Mestalla. Marcelino está obligado a competir siempre, pero tiene puntos clave que no puede dejar de ganar: Rayo, Sevilla, Eibar (Ipurua) y Huesca. Ahí tiene que hacer la diferencia. El final del 2018 brinda un final en llano, pero peligroso.

Los dos próximos partidos en Liga de Campeones son un todo o nada. El empate en Berna y el triunfo del Manchester United en Turín han convertido la clasificación para octavos en una proeza. Esa es la dura realidad. La Europa League es el mínimo, pero la decepción ofrece una nueva competición con la que ilusionarse y progresar. Tiempo habrá para el análisis, primero el objetivo es asaltar Turín.

Reto magnífico para el míster

La etapa no admite termino medio. Marcelino tiene por delante el marco ideal para reivindicarse. Si el equipo responde, el asturiano se presentará en 2019 más fuerte que nunca. No puede hacer milagros, pero su hoja de servicios tiene un vacío importante: su número de victorias ante los grandes. Cero partidos ganados ante el Barça; cuatro triunfos, cinco empates y siete derrotas ante el Atlético... Juve, Real Madrid, Manchester United y Sevilla van a examinar la condición. La Champions y esta temporada -por efeméride, inversión y objetivos- también obligaban a Marcelino a dar un salto. El entrenador asturiano va a medir su pizarra con Massimiliano Allegri, José Mourinho o Pablo Machín, el técnico que está eclipsando su figura en el marco del fútbol español. También con Míchel, Solari o Mendilibar. En los últimos partidos hay que reconocer sus aciertos ante el Young Boys de Seoane y el Getafe de Bordalás.

Marcelino ya ha demostrado de lo que es capaz a nivel internacional. Lo hizo en Europa League con el Villarreal. Lucien Favre, actual entrenador del Borussia Dortmund, dobló la rodilla en 2014 ante Marcelino, estaba en el Borussia Mönchengladbach. Una temporada después, también superó al Napoli de Maurizio Sarri, ahora en el Chelsea. Fueron eliminatorias de enorme prestigio ganadas. Frente al Liverpool de Jürgen Klopp saltaron chispas: victoria por la mínima y derrota, que le dejó a las puertas de la final de 2016. En los últimos enfrentamientos con Atlético de Madrid, Barça y Manchester United -en Old Trafford- ha competido, incluso ha podido ganar. Falta hacer la diferencia.