Fabián Ayala, ex jugador del Valencia CF y de la selección argentina, siente la necesidad de dar un paso adelante porque le duele su país y le duele el fútbol, y hasta parece dudar de la decisión que le llevó de regreso a Argentina para pasar el resto de su vida junto a su familia. A sus amigos les cuenta que como futbolista, en València puedes aparcar y caminar hasta el estadio para jugar el partido...

Ya se sabe que el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores se jugará fuera de Copa Libertadores Argentina

—A ver, hay un montón de sensaciones que creo que no solo yo tengo, tenemos la mayoría de aquellos que nos gusta el fútbol y este tipo de espectáculos, y también los que no son hinchas, más allá de que yo por ejemplo simpatizo por River de manera más profunda. Digamos que hemos sacado a la luz algo que ya se venía viendo como sociedad, no tenemos capacidad para organizar semejantes eventos. Era un oportunidad muy buena, histórica para el país, pero a partir de acá el fútbol argentino tiene que crecer y que se vea como pasó en la primera final, que no sucedió nada, que vimos que en el campo al final del partido los jugadores se abrazaron. Tenía que haber sido lo mismo en el Monumental, se tenía que haber vivido con la intensidad con que se viven en Argentina los partidos de fútbol pero no más allá. Pero ahí entran otras cosas porque Argentina está viviendo en un momento complicado en lo social y en lo político y el deporte no es ajeno a todo lo que está viviendo el país, si bien hay gente que está dentro del fútbol, que se ha instalado dentro de él y le está haciendo mucho daño y no somos capaces, desde la dirigencia, de erradicar a ese tipo de gente. Pero desde los clubes también ¿eh?, no solo hablo a nivel político del país, también a nivel político de clubes. No hemos podido quitarlos de en medio para poder tener un fútbol en el que las familias vayan tranquilamente a un estadio a ver un partido. Me preguntas por las sensaciones que tengo y te digo que tengo una sensación de bronca porque yo elegí en su momento regresar a Argentina a vivir, a pasar el resto de mi vida acá, y hoy me encuentro con un país que no va hacia adelante, al contrario, involucionamos en todos los sentidos y creo que no nos merecemos eso porque hay un potencial enorme en todos los sentidos para poder vivir mejor.

—En esta respuesta ha tocado varias reflexiones en las que se debe profundizar, una de ellas es que es un error enfocar al fútbol como culpable porque no es más que un reflejo de la sociedad argentina. ¿Estamos ante un problema social?

—Sí, sí. Esto está muy metido, lo vemos en las protestas. De repente se aprueba un proyecto o algo similar en los diputados y vemos que hay manifestaciones que no son en paz, y se empiezan a romper plazas y monumentos históricos, no hay un orden y cuando la policía reprime en seguida se cree que estamos en la época de los militares y demás... se ha perdido el respeto, yo creo que se ha perdido el respeto, creo que se puede protestar, por supuesto porque estamos en democracia y somos libres de hacerlo, pero dentro de un orden, y hemos perdido eso. Hemos hasta perdido hasta... quiero decir, es que esto el argentino lo toma con naturalidad, y eso es malo porque son cosas que en otros países pueden llegar a pasar pero son excepcionales, no de la manera en que suceden acá, que las estamos viviendo a diario. Ya no nos sorprende y nos angustia tener que vivir así porque tenemos hijos, y queremos, en definitiva, que estén en un país diferente, y no estamos en un país en el cual ellos puedan tranquilamente proyectar su futuro.

—Otra reflexión va por ahí, hasta los periodistas y aficionados al fútbol en Europa

—Entiendo, entiendo. Se confunde lo pasional, que ha pasado a otros límites. Yo puedo ser pasional, la hinchada de Boca, excelente, cuando vas a jugar a La Bombonera, allí ves un espectáculo increíble pero hay que decir que en Argentina se está jugando sin público visitante, y es increíble que se haya perdido eso, y como futbolista a mi me ha tocado vivir un River-Boca y para el futbolista eso estaba muy bueno porque era un ambiente en el cual la motivación y el espectáculo que vivías no lo olvidas jamás, y hoy, por el comportamiento de algunos, o porque los operativos policiales no son buenos, o porque se han hecho muchas cosas mal, han alejado a la afición visitante que no puede acompañar a su equipo, y es una lástima. En vez de ir al teatro a disfrutar de un evento es como que vas a una guerra... ¿me entiendes? Hay que tener cuidado porque siguen pasando cosas sin público visitante, ¡imagínate qué pasaría con público visitante! Creo que hemos tocado fondo, no sé desde dónde vendrá el cambio, en esto siempre digo que a la hora de criticar y decir las cosas creo que hay que involucrarse en todos los sentidos, por eso cada vez que hablo me gusta hacerlo desde la reconstrucción, desde un punto de vista para apoyar, pero necesitamos líderes que nos conduzcan y nosotros ir detrás de esos líderes.

—De hecho, esta entrevista es un ejemplo de ello, quiero decir, gente como Ayala, Kempes

—Tal cual, tal cual, por eso hay un par de declaraciones de futbolistas que ahora están en River o Boca que no me gustan porque no ayudan, y hoy los futbolistas se tienen que ayudar entre ellos porque en definitiva son los protagonistas. Yo entiendo que el fútbol se resuelve dentro del campo, el partido se tiene que jugar, no estoy de acuerdo cuando en 2015 River le tocó pasar y no jugar esos últimos 45 minutos y no estoy de acuerdo ahora en que no se termine de jugar una final. Los futbolistas tienen que ayudar, no tienen que entorpecer más y decir que uno tiene más peso que otro... no, eso no.

—Algunos están echando gasolina al fuego, en vez de agua.

—Sí, y hay que ser claros, hay que ser muy claros y si queremos que nuestro fútbol mejore, los futbolistas tienen que entender esto y no embarrarse en ser un aficionado más y no entender que estamos matando el fútbol, estamos matando algo que nos dio de vivir, nos hizo crecer, nos hizo persona y nos dio muchísimo. Va a haber más futbolistas, vienen más generaciones de futbolistas, vienen más generaciones, y yo digo, ¿qué tipo de futbolistas les vamos a dar a esas generaciones? ¿qué tipo de fútbol les vamos a dar? El futbolista hoy se tiene que involucrar más en el buen sentido, en educar, en transmitir buenos valores porque en el deporte hay muy buenos valores. Eso hay que transmitir.

—Argentina tiene que darse cuenta de que entre otras cosas, es conocida mundialmente por el fútbol, por Kempes, Maradona, Messi

—Sí, más que nada por el país, porque ser noticia por estas cosas... se ha ido al fútbol porque el fútbol no puede escapar a lo que está pasando el país, y eso es triste. Argentina tiene que exportar otra cosa, tiene que exportar buenos futbolistas, bien formados y en esencia, un mejor fútbol, porque creo que tenemos un mejor fútbol para poder vender al mundo, lo tenemos, pero tienen que entender los dirigentes que hay que dejar de lado eso de 'ganar o ganar' o 'ganar a toda costa' y eso de que no me importa pisotear al que esté delante. Tenemos que entender que hay que hacer una reconstrucción sana para tener otro fútbol.

—Y caemos en aplaudir eso del futbolista canchero argentino que hace lo que sea para ganar... y todo eso junto ha desembocado en esto.

—Es que me parece que se ha traspasado un límite, durante el juego dentro de la cancha pueden pasar cosas pero una vez que termina se queda ahí. Si dentro nos hemos equivocado hemos de asumir que nos hemos equivocado, es de hombres reconocer un error y no permanecer en él.

—Ha nombrado antes a sus hijos y por Argentina se ha viralizado una carta de un aficionado de River que viene a decir que está harto de tener que sufrir por sus hijos para llevarlos al estadio, que el otro día lloraron y que lo deja, se borra del fútbol.

—Eso es lo que pasa, están alejando a la gente de los estadios, de repente ya no puedes acompañar a tu equipo en los partidos de fuera de casa, ahora lo que cuenta este aficionado que le ha pasado siendo local, entonces ¿hacia dónde vamos? Si un padre lo mejor que le puede dejar a un hijo son esas ganas de acompañarlo al estadio, vivirlo... El otro día estuvieron siete horas dentro del estadio... es que es increíble.

—Como periodista en Valencia he notado que a los jugadores que llegan de Argentina, y también de Italia, una de las cosas que le llama la atención de Mestalla y en positivo es que van familias juntas a ver los partidos.

—No, no, en Mestalla lo que puedes hacer es desde donde dejas el coche, cruzar caminando y entrar tranquilamente al club para jugar un partido de fútbol, eso lo cuento en todos los lugares que voy, lo cuento donde sea. Pero en España, en cualquier estadio, cualquier aficionado va con la camiseta de otro equipo y a su lado hay otro aficionado con la camiseta del otro equipo, y no pasa nada, se sientan tranquilamente a ver el partido y no pasa nada. El otro día vi un vídeo que se viralizó, y es de un hincha de River que tiene un hermano que es de Boca, y lo decía muy claro, 'yo a mi hermano lo amo y les pido perdón a los de Boca por lo que ha pasado'. Esa es la idea, me gusta el fútbol y nada más y no me importa que mi hermano sea de Boca.

—¿Y por dónde cree que puede pasar la solución?

—Seguramente habrá sanciones, nos duela o no, a veces somos hijos del rigor, y habrá que ver a los clubes qué sanción se les pone a la gente que no se comporta como debe comportarse en un espectáculo deportivo. A mí no me da por ir al teatro y tirarle una piedra al actor que va a hacer su función porque la función anterior la hizo mal, además si lo hago me agarran de los pelos y me llevan a la cárcel. Me parece que pueden identificar a la gente que le está haciendo mal al fútbol, pero creo que eso está metido en la política también porque fueron utilizados para la política del país, entonces, como les sirve para una cosa, la otra es como que la dejan pasar, pero lo están haciendo muy mal porque me imagino que esas personas también deben tener hijos y les están enseñando que estas cosas se pueden hacer y no pasa nada.

—El mensaje que se lanza entonces a la gente joven es que se pueden conseguir las cosas por mis narices, sin trabajar, sin esfuerzo, mi mejor argumento es una piedra...

—Es preocupante porque cada vez hay menos gente formada, menos gente que estudia, más gente por la calle sin formación... y nosotros fuimos un país que siempre tuvimos gente importante en cuanto a doctores...

—Argentina siempre fue el país de los psiquiatras.

—Exacto, digamos que tenemos gente inteligente que le gusta estudiar y formarse, pero ahora estamos perdiendo eso.

—Para hacer esta entrevista le he enviado un mensaje al teléfono y ha respondido rápido, he notado que quería hablar, y déjeme decirle que he detectado rabia entre más argentinos, supongo que lo hablará con sus amistades.

—Sí, así es. Pero mira, yo hoy te diría si River en el 2015 pasó por la eliminatoria sin jugar, por escritorio, pues en esta le toca perder por más que me duela, si no es así, no se aprende. Y después te cruzas con alguien por la calle y no sabes qué te puede pasar, por eso opté por callarme, pero está mal, porque creo que los que podemos levantar la voz y ayudar lo tenemos que hacer.

—A ver si de esta basura nace una flor y Argentina de verdad toca fondo y se da cuenta que esto hay que solucionarlo y al medio plazo vuelve a ser un fútbol sano.

—Tal cual. Mira, yo cada vez que voy a un estadio veo mucha gente de fuera, muchos ojeadores que vienen a ver el fútbol y no te imaginas las cosas que pasan para ver un partido de fútbol. Yo en Europa iba a ver futbolistas y me paseaba tranquilamente por cualquier estadio, pero en Argentina los ojeadores de otros países si no están con una persona de confianza les cuesta mucho más. Hasta en eso somos incapaces de vendernos bien. Pero bueno, ojalá que esto sirva para algo, y que nos apoyemos en esta vergüenza que estamos pasando y a partir de ahí sentar buenas bases para el futuro.

—Como sé que siempre sigue al Valencia CF

—Es la identidad del club, el Valencia CF ha de saber qué lugar ocupa y que debe bregar los noventa minutos para poder sacar un buen resultado, si bien hay épocas en que puedes tener jugadores con mejor pie, pero creo que el espíritu del equipo es ese, jugar los noventa minutos a full y no dar por perdida ninguna pelota. Todo lo que te aleje de eso te puede llevar a no tener buenos resultados.