Ferran Torres y Vinícius son dos de los iconos de la generación 2000. Los dos diamantes en bruto podrían verse las caras en el Bernabéu, en el primero de los muchos cara a cara que están destinados a protagonizar como figuras del futuro para Valencia CF y Valencia CFReal Madrid. Los dos son diestros, pero tienen una naturaleza distinta. Ferran es más centrocampista, encaja en el patrón del extremo clásico: desborde, uno contra uno, buen pie para centrar y llegada. Vinícius es más delantero. Arranca a perfil cambiado y exprime al máximo su potencia, que todavía debe ajustar a su técnica. El brasileño marca la diferencia en el área y ha demostrado que está preparado para sumar, como Ferran. Los dos fenómenos tienen varias particularidades determinantes en común, la esencial, la personalidad para crecer en el reto. Cuanto más importante es el partido, más importante es la respuesta. Les sobra descaró.

Ya se ha cumplido el año desde que Ferran debutó con el primer equipo en partido oficial, fue ante el Zaragoza (4-1), en Mestalla, donde dejó una asistencia. Desde entonces no ha dejado de crecer. Ha exprimido cada oportunidad que le ha brindado Marcelino y ha sido determinante en choques de alto voltaje como en el Derbi ante el Levante. Además, ha dejado fogonazos brillantes en San Mamés o el Camp Nou. El extremo no pudo pisar Old Trafford o el Allianz de Turín, pero hoy sí estará en el Santiago Bernabéu

Vinícius lleva cargando con el peso de las expectativas desde que el Sudamericano Sub-17 que ganó con Brasil, desde que el BrasilMadrid. El camino de Ferran está guiado desde la lógica y la naturalidad. Cada paso tiene un sentido dentro del proceso. Vinícius es otro bólido. El atacante ha respondido a la confianza de Solari aportando frescura y vértigo. En el Flamengo, gigante de Sudamérica, estaba empezando a marcar la diferencia de verdad en el momento justo de su llegada. Ferran y Vinícius han tomado posición, como Foden, Hudson-Odoi, Weah o Sancho, que vuela a otra velocidad.