La imagen mostrada en el Derbi ha reactivado al vestuario del Valencia Femenino. Era primordial salir con la cabeza alta y rebelarse contra el cartel de favorito que llevaba el Levante. Lo consiguieron y no solamente por sumar después de dos duras derrotas ante 20.000 y pico espectadores. Fue un VCF Femenino herido en su orgullo, que supo canalizar a la perfección las emociones sobre el césped y anular los principales focos de creación de su rival. Superiores en la primera parte y sufriendo tras la reanudación. Dominio repartido y un punto para cada uno. El Ciutat contempló la versión competitiva de un equipo que se sujeta con lo justo, que sobrevive pese al handicap de las lesiones y que intenta demostrar que esta irregularidad está en proceso de enterrar con más partidos como el del Derbi de la igualdad.
Lástima que con el nuevo formato de la Copa y eliminadas a las primeras de cambio, los alicientes se hayan minimizado. Para el duelo ante el Levante no era necesario incentivar. Ahora el propósito es hacer ver que este equipo puede y va a estar más arriba de la octava plaza que ocupa. Por lo menos repetir la quinta de la temporada pasada y para ello hay que adelantar a Granadilla (a tres puntos), Rayo (a cuatro) y Betis (a seis), además de no dejarse sorprender por Fundación Albacete y BetisReal Sociedad. El reto es subir escalones y que el nombre del Valencia brille lo más alto posible de la clasificación.
El vestuario se ha conjurado para cerrar 2018 con dos triunfos ante rivales de esa mínima horquilla de puntos. Hoy toca vérselas contra un Rayo que se ha sobrepuesto a las dudas que giraban alrededor de su futuro en la élite. Son sextas, han puesto tierra de por medio con su objetivo de evitar el descenso y además siguen vivas en la Copa de la Reina (en cuartos se medirán a la Real Sociedad). La temporada pasada, el Valencia cayó en Vallecas (4-2) y se desmelenó en la segunda vuelta en Paterna (4-1). Cuatro de los seis tantos blanquinegros llevaron el sello de Mari Paz, que ha pasado en las últimas jornadas a un segundo plano para Óscar Suárez. Ese rol de referencia lo está desempeñando ahora la polivalente Coleman, respaldada en esas funciones más ofensivas por Yanara Aedo.
