El Valencia CF ha dado un paso atrás en Mendizorrotza. En un partido destinado a medir las constantes vitales del equipo tras la agónica victoria sobre el Huesca en la última jornada de 2018, el conjunto de Marcelino dio al traste con cualquier posibilidad de armar un punto de inflexión y enredó un poco más su dinámica en la temporada del Centenario, restando valor a un gol de Piccini que antes de pasar por Vitoria sabía a un nuevo comienzo. A la vibrante falta de gol, una carencia más que asumida y a la que se intentará poner solución en el mercado, se unió la eventual falta de atención a balón parado, precisamente una de las especialidades del Alavés, que enterraba con dos goles en la primera mitad el tanto inicial de Parejo. El segundo, a cargo de Tomás Pina, nunca debió subir al marcador pero Medié Jiménez, sorprendentemente, permitió que los locales sacaran un córner con el tiempo más que cumplido. Con una puesta en escena muy plana, sin apenas bagaje ofensivo y abusando del juego interior, el Valencia CF acabó superado, desperdiciando una ventaja muy valiosa contra los de Abelardo, que a falta del partido del Real Madrid se colocan cuartos en la tabla y abren una brecha de nueve puntos con respecto a los valencianistas.

Marcelino sorprendió a todos en la alineación. La baja de cinco hombres clave por lesión y por sanción empujó al asturiano a hacer un ejercicio de elasticidad variando el sistema, que se resolvía en 3-5-2 a la hora de atacar y 4-4-2 para defender. Sentó a Ferran Torres y protegió al equipo con Gabriel Paulista en el lateral y Piccini para dar vuelo en la salida. La necesidad en el Valencia CF de Marcelino pesa más que cualquier otra cosa. La propuesta cambió el paso a todos, incluido Abelardo, que esperaba en Mendizorrotza la referencia habitual del Valencia CF, y en los primeros compases el partido fue claramente para los visitantes, que dominaban con relativa solvencia. Todo iba sobre ruedas. Antes del cuarto de hora de juego Parejo batió a Pacheco con un disparo de falta desde la frontal que bajó justo después de superar la barrera -el guardameta pudo hacer algo más- pero la alegría duró poco... Exactamente siete minutos.

Abelardo cambió de banda a Ibai y a Jonny y cuando todo parecía dispuestos para que el Valencia CF pusiera una segunda piedra para levantar la primera victoria visitante en Mendizorrotza respondieron los locales. Estaba avisado el conjunto de Marcelino pero aún así el Alavés sacó partido de una de sus mejores virtudes, el balón parado. Dos errores en un córner, uno de Diakhaby y otro de Neto, propiciaron una segunda jugada que acabó en gol de Borja Bastón tras desviar un primer disparo de Maripan. Marcelino había advertido en la previa del vértigo en situaciones favorables y que hace que al equipo le tiemblen las piernas, amenazando cualquier ventaja en el marcador. En esta ocasión no dio tiempo a que afloraran los miedos. En cuanto se dio cuenta el Valencia CF perdió la ventaja y el Alavés se puso por delante con muy poquito. Había podido marcar Rodrigo, muy gris, en un contragolpe a tres toques en el que Mina lanzó al '19' contra el portero gracias a una gran maniobra del gallego cuando parecía que iba a morir la acción pero el disparo del hispano-brasileño salió desviado.

Y entonces, al filo del descanso, llegó la acción más polémica del partido. Embistió el conjunto babazorro con su juego directo, el cuarto árbitro añadió un minuto y en el 46:30, para suerte de los locales, Medié Jiménez permitía un córner en contra de la portería de Neto. El remate de Tomás Pina, de nuevo en una jugada embarullada en el área tras un saque de esquina, se produjo totalmente fuera de tiempo (46:49) pero el árbitro dio validez y con ese revés se fueron los valencianistas a vestuarios. Protestaba Marcelino y protestaba su segundo, Rubén Uría, pero el gol subió al marcador. Tras el intervalo, sin margen para rehacrse, una falta absurda regalada por Diakhaby y puesta con rosca por Ibai era ejecutada con eficacia por Laguardia y hubiera sido el tercero de no ser por Neto, que abortó el cabezazo limpio en la línea de gol. Lo pasaba mal el Valencia CF, falto de fuelle, de movilidad, de dinamismo en definitiva, y muy blando en defensa.

LaLiga Santander: Los goles del Alavés - Valencia (2-1)

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El conjunto de Marcelino no encontraba espacios y tenía serias dificultades para generar peligro en una segunda parte que poco tuvo que ver con la primera mitad. La entrada de Ferran Torres, al que recurrió Marcelino como solución de emergencia, encendió una chispa, canalizando el juego ofensivo por la banda derecha. Nada que ver con el inmovilismo de Wass. El de Foios, especialmente participativo, comenzó a asociarse para tratar de activar las conexiones en ataque partiendo desde dentro hacia afuera pero el partido, con el Alavés cerrado atrás para defender el resultado, estaba sentenciado. Pese a la obligación de ir a por el partido Marcelino mantenía a los tres centrales en la retaguardia -Diakhaby lo pasó especialmente mal-, ubicaba a Rodrigo en la punta del trivote, Cheryshev de carrilero en la izquierda y Mina y Batshuayi en la punta del ataque. En el 86' el belga salía en carrera para atacar un balón largo de Diakhaby mal despejado por la defensa local pero cuando se plantó cara a cara con el portero golpeó al césped y envió el balón fuera tras una pugna con Laguardia. Reclamaba penalti pero Medié, como en la primera parte, hizo caso omiso.