Han sido 45 minutos los que ha estado Michy Batshuayi sobre el terreno de juego de El Molinón. Marcelino, que había alineado de salida al belga con Kevin Gameiro en el ataque, ha sentado al delantero en el descanso para poner en juego a Rodrigo Moreno.
Batshuayi, una vez más, ha estado muy desafortunado en este partido de ida de los octavos de final de la Copa. Ya en el primer minuto erraba una ocasión que se encontró ante el portero del Sporting. A partir de ahí no dio una a derechas. Ni a izquierdas. Tras alguna de sus imprecisiones, la cámara llegó a mostrar a Marcelino en el banquillo con cara de circunstancias.
Al menos el técnico asturiano vio al menos en esa primera mitad una nueva versión de Gameiro, muy enchufado, participando constantemente en le juego de ataque y logrando el gol que suponía el empate a uno, un tanto que primero había anulado por fuera de juego Undiano Mallenco, que rectificó después, cuando desde el VAR le confirmasen que la posición del francés era correcta.
