El Valencia le tiene ganas al Getafe. La plantilla, guste más o menos, respeta el estilo de juego que José Bordalás ha imprimido al equipo azulón desde su llegada al banquillo. «Cada uno utiliza sus armas como mejor puede». Es su sello de identidad. Ir fuerte a la disputa de balón e incluso perder tiempo forma parte del fútbol. Lo que no se puede catalogar como fútbol y verdaderamente indigna a los valencianistas es el comportamiento antideportivo de Damián Suárez. Siempre es el mismo. El lateral derecho del club madrileño no juega al «borde del reglamento», como afirmaba Marcelino García Toral en la previa de la eliminatoria copera. El uruguayo rebasa con frecuencia límites de la deportividad. Su actitud en los cuatro últimos partidos así lo demuestra. Pisotones, agresiones, desafíos a los jugadores y a los propios árbitros, tánganas y hasta un incidente con actuación de la policia fuera del campo. El vestuario no olvida.

El problema es que Damián campa a sus anchas con total impunidad para la desesperación del cuerpo técnico y los jugadores. Tiene barra libre. Con VAR o sin VAR. La historia viene de lejos. Todo comenzó el 3 de diciembre de 2017 en el Getafe-Valencia de la primera vuelta de la Liga. El azulón agredió a Andreas Pereira y José Luis Gayà en dos acciones sin balón y solo en el 89 vio una amarilla tras un manotazo a la cara de José Luis GayàSanti Mina. Aquella noche simuló una agresión de Parejo e intimidó al cuarto árbitro con el dedo a poco menos de un palmo de su cara. Para indignación de todos, acabó el partido. El vestuario no olvida. Mestalla tampoco. En el partido de la segunda vuelta disputado en València la afición reprobó a Damián sus malas artes. Fue abucheado desde el calentamiento y silbado cada vez que tocaba el balón.

Nada ha cambiado esta temporada. En la victoria por la mínima (0-1) del Valencia en Liga esta temporada, Damián volvió a emplearse con excesiva dureza y se encaró con Gayà de malas maneras. Aunque lo peor llegó al final del partido. El uruguayo, fuera de sí por la derrota con penalti de VAR y las quejas de los valencianistas a Maksimovic por la agresividad empleada por sus compañeros, llegó a entrar en el autobús del equipo en busca del segundo de Marcelino Rubén Uría. La policía tuvo que intervenir para que la cosa no fuera a mayores. El último episodio sucedió el martes en la ida de la Copa del Rey. Damián pisó a traición y sin balón al joven de 17 años Kang In con la intención de intimidar y hacer daño. No existe otra lectura posible. Jaume lo vio bajo palos y salió corriendo hacia el uruguayo para recriminarle su agresión. Ese pisotón colmó la paciencia del vestuario.

Solo 2 amarillas y ninguna roja

El Valencia no entiende cómo Damián Suárez ha podido acabar los cuatro partidos contra el Valencia. La temporada pasada vio solo dos tarjetas amarillas, una en cada partido de Liga en el 89' y el 90', y este año ni siquiera ha sido amonestado contra el Valencia. Ni en Liga ni en Copa. Damián está en el ranking de los 20 jugadores con más faltas de la Liga, una lista en la que también están Arambarri y Mata. El uruguayo no tiene intención de cambiar. Así lo reconocía el sábado en el Wanda. «No sé si me miran con lupa, pero es mi forma de jugar y creo que si la cambiara no sería yo».