Marcelino va a esperar a Kevin Gameiro hasta el último minuto. El técnico asturiano evitó confeccionar ayer la lista de convocados hasta el mismo día del partido de vuelta de la Copa del Rey, decidió retrasarla hasta este mediodía con la esperanza de que el delantero francés pueda formar parte de ella y sumar en el partido de esta noche ante el Getafe CF en Mestalla.

El futbolista, con sus limitaciones, está dispuesto a intentarlo hasta el final. Sus sensaciones no son todavía las mejores, de hecho el domingo no se entrenó debido a que todavía sufría un intenso dolor desde el tobillo hasta la rodilla que le impedía hacer cambios de ritmo -solo podía trotar- y golpear el balón, pero está intentando ayudar. En Paterna se respira optimismo con respecto a sus opciones de entrar en la lista. El club, de hecho, no había movilizado ayer a ningún delantero del filial ante una posible llamada de última hora para formar en la convocatoria.

Gameiro quiere aportar su granito en este momento en el que Marcelino tan solo tiene a su disposición dos delanteros como Rodrigo y a Santi Mina. Acudió este lunes por la mañana a la Ciudad Deportiva para trabajar en solitario y avanzar en su recuperación y por la tarde volvió a ejercitarse, esta vez ya con el resto del grupo. Es la primera vez que trabaja con sus compañeros desde el lunes de la semana anterior y es que en total el valencianista ha estado prácticamente una semana KO por culpa de la durísima entrada de Arambarri en el partido de ida en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe.

Ayer las sensaciones eran algo más alentadoras que el día anterior, hizo campo y acabó la sesión, con la ayuda de un vendaje en la rodilla. Aunque las pruebas han demostrado que afortunadamente no tiene una lesión grave y solo presenta una contunsión, el impacto que sufrió en esa jugada fue tan duro que provocó que se le moviera incluso la cabeza del peroné.

El jugador ha sufrido un dolor muy intenso durante los últimos días, jugar de inicio frente al Getafe es algo que está casi descartado. Hoy se decide si finalmente entra en la lista de convocados y se sienta al menos en el banquillo para salir ante cualquier eventualidad que se pueda producir durante la vuelta de los cuartos de final. Es un partido a cara o cruz y el francés no se lo quiere perder.