«Creamos, llegamos, pero no finalizamos», se lamentaba Marcelino García Toral a la finalización del partido. La historia se repite. La portería del Valencia ha vuelto a encogerse en plena escalada hacia los puestos de Champions League. Sucedió contra la Real Sociedad y de nuevo contra el Espanyol en Mestalla. El equipo demostró una superioridad aplastante sobre los 'pericos', pero no fue capaz de materializar la infinidad de jugadas de peligro que generó. Faltó eficacia cara a puerta. Volvieron los fantasmas de hace meses. Los datos son tan demoledores como difíciles de asimilar para los jugadores. El equipo acabó el partido con 21 remates totales, según los datos de Opta. El problema es que 19 no acabaron entre los tres palos. Solo uno fue a puerta: el disparo a bocajarro de Dani Parejo a centro de Daniel Wass desde la banda derecha que salvó Diego López. El otro lo estrelló Kevin Gameiro en el palo después de un pase interior de Ferran Torres al espacio. «Inexplicable», como dice Marcelino, pero cierto.

El Valencia debió golear al Espanyol, pero no estuvo fino cara a puerta y lo pagó caro una vez más. La estadística es preocupante. Neto Murara y Diego López acabaron el partido con más mismas paradas: una. El brasileño solo tuvo que intervenir una vez en todo el encuentro y fue en el minuto 73 a disparo lejano de Javi Puado. A pesar de la superioridad manifiesta, los dos porteros tuvieron el mismo trabajo. Como decía Marcelino, es para estar «tristes». El equipo fue infinitamente superior en todo. Ganó ampliamente en asistencias (19) por solo 3 del Espanyol y barrió a los de Rubí a saques de esquina (10) por solo 2 del rival. Los blanquiazules se vieron obligados a hacer 34 despejes por solo 12 del Valencia.

Líder de los empates a cero

El equipo vuelve a estar negado cara a puerta. Ningún equipo ha cosechado más empates sin goles que el Valencia en las cinco grandes ligas de Europa esta temporada -lleva los mismos que el Reims-. A pesar de la mejoría ofensiva de los de Marcelino en los últimos meses de competición el equipo sigue arrastrando los números de la primera vuelta. El Valencia ha marcado 24 goles tras 24 jornadas, solo peor que en la temporada 1988/89 con 23 goles. El Espanyol encima era un rival propicio para ver puerta. Y es que los de Rubí dejaron la portería a cero después de 9 partidos encajando goles. El Valencia necesita recuperar la pegada para aspirar a todo.