El foco del Valencia CF siempre está en lo inmediato, pero la semifinal vuelta ante el Betis condicionó el plan de BetisMarcelino, como es lógico. Desde hace tres semanas, el partido del año se juega el jueves 28 de febrero, en Mestalla. El efecto se hizo notar hace cuatro días ante el Celtic. La final de Copa del ReyEste equipo va a jugar por hacer historia y es natural que acuse la carga de la sucesión jueves-domingo. No es una coartada y tampoco una justificación. Es cuestión de prioridades. El Valencia CF ha mereció más ante Real Sociedad y Espanyol, pero le faltó precisión en el área rival, la pizca de suerte para marcar la diferencia que tiene que ver -en gran medida- con la frescura perdida. Marcelino dejó en el banquillo a Parejo, también a Gameiro. Los dos participaron en la recta final. Guedes, cero minutos. ParejoGameiroGuedesRodrigo

Con otro contexto, un punto en Butarque podría ser positivo. Pero pesa en negativo lo sucedido en las últimas dos jornadas. Suceda lo que suceda en Copa, la próxima jornada ante el Athletic es trascendental. La zona Champions pero el número de candidatos crece y algunos gozan de una regularidad estupenda, como el Getafe de Bordalás. El Valencia CF tiene las ideas claras y sostiene fases buenas, pero no hace la diferencia en el marcador. En Butarque se puso en ventaja con una acción a balón parado (asistencia de Soler, gol de Kondogbia), Gayà disparó a la escuadra y Rodrigo topó con el palo. Hubo un par de arrancadas de Sobrino y otra de Gameiro, pero durante la segunda parte el equipo se sostuvo colgando de un hilo muy fino (0-1). Mientras, el Leganés se iba trasnformando para empujar y forzar el error. Como sucedió.

El equipo se defendió relativamente bien, pero el control no era absoluto. Marcelino trató de enfriar la recta final con Parejo y el plan estuvo a dos minutos de salir perfecto. Sin los errores consecutivos en el minuto 88, hoy estaríamos hablando maravillas del trabajo sin balón del Valencia CF y del ejercicio de resistencia interpretado antes de la semifinal. También pudo ser peor de no estar Neto, que salvó el 2-1 con un gran mano a mano ante En-Nesyri. La lesión de Garay trastocó el plan. El jueves obligó a participar a Parejo, que arrancó desde el banquillo. El argentino se echó de menos en Butarque.