El Valencia CF intentó matar el partido desde la seguridad defensiva, el Leganés le dio vida desde el caos. Marcelino trató de administrar al límite su ventaja (0-1, hasta el minuto 88), pero se encontró con un rival que empujó mucho y bien. Partidos como el de ayer refuerzan a Mauricio Pellegrino, que ya hizo una temporada sobresaliente con el Alavés y va camino de repetir en Butarque. El argentino hizo una demostración de agresividad, de versatilidad y capacidad para aprovechar al máximo sus recursos. Una vez digerido el golpe emocional del gol de Kondogbia, el Leganés entró en la segunda parte con la intención de morder más arriba y exigir al máximo con su presión a un Valencia sin Garay en la zona del primer pase. Así llegó el empate. Gabriel se precipitó buscando un envío profundo, en largo. Juanfran interceptó y arrancó cuando el Valencia estaba abierto, en plena salida. El lateral pepinero condujo al ataque, dividió y lanzó a El Zhar por la banda derecha. La defensa ya estaba muy metida atrás y reculó en exceso para tapar el centro. Gabriel olvidó a Braithwaite y tras escupir el primer remate del danés, no pudo hacer nada con el segundo. Fue un error forzado, con toda la intención, por Pellegrino. Para eso metió a Carrillo, para eso llevó a En-Nesyri a la banda izquierda, para eso arriesgó dejando en la medular a Rubén Pérez y Óscar Rodríguez. Para eso cambió la forma del carril derecho con El Zhar y Juanfran.

«Provocamos caos con los cambios, a un rival tan ordenado a veces hay que alargarlo para que algo se produzca. Creo que ha sido un empate justo, podíamos haber perdido y podíamos haber ganado». Pellegrino cambió el esquema pasada la hora de partido, sacrificó un defensa (Bustinza) para ganar profundidad (El Zhar), pasó del 5-3-2 al 4-4-2. Seis minutos después volvió a meterle otro meneo. Más carne en ataque con Guido Carrillo; se fue Vesga -mediocentro- y Óscar Rodríguez pasó al eje. El Flaco engordó su ataque, todo por derribo. Adiós al centro del campo, balón a la banda y centro. El Leganés sumó muchos kilos, muchos centímetros, mucha intensidad para los duelos pensando en el ataque directo y las segundas jugadas. Así obligó a recular a todo el Valencia CF. Se abrió al intercambio de golpes y golpeó.

Sin los dos pilares defensivos

Hubo un último movimiento. Tras la marcha de Gayà grogui (nariz rota) y con Cheryshev al límite, Pellegrino metió a Juanfran por Kravets y buscó el galope. Nyom pasó a la izquierda. Ahí se sintió la ausencia de Garay y también de Gayà. Diakhaby entró por el pedreguero y Roncaglia fue al lateral izquierdo. No es un causa-efecto directo, pero la acción final está ligada. «El juego no es siempre control, cuando está el balón en el aire también es fútbol», aseguró El Flaco. Los números dicen que el Lega fue más.