Algunos seguidores del Celtic de Glasgow pararon el tráfico en algunos puntos de la ciudad y rompieron botellas, además de orinar en la calle, tras el encuentro de la Liga Europa que su equipo y el Valencia disputaron en Mestalla.

Según explicaron fuentes policiales, los incidentes provocaron muchas llamadas telefónicas a la Policía para informar de lo ocurrido, pero una hora después del choque no había detenidos.

La mayoría de ellos se concentró tras el encuentro en la zona de la Gran Vía de Marqués del Turia, en la zona de la Plaza de la Reina y también en la calle San Vicente. Muchos de ellos, por indicación de los agentes de la autoridad, tuvieron que colaborar en tareas de limpieza después de haber dejado el suelo en lugares emblémáticos de la ciudad lleno de basura: latas de verveza, botellas, papeles...

También según la Policía, el número de seguidores escoceses llegados a Valencia sin entrada fue de quinientos, a pesar de que se había especulado con que la cifra había sido muy superior.

Además, informaron de que el aficionado que antes del encuentro se cayó desde el puente de las Flores y que fue trasladado al hospital mantuvo una discusión con los sanitarios que le atendieron porque pretendía acudir al estadio a ver el encuentro y no ir al hospital.

Al final del partido, en las inmediaciones de Mestalla y junto al autobús del equipo escocés, permaneció un grupo de seguidores que alentaron a su equipo hasta que abandonó el estadio.