La lesión muscular de Ezequiel Garay supone un contratiempo severo para el Valencia CF. Su desgarro en el cuádriceps durante la primera parte del enfrentamiento ante el Celtic dejó con muy mala cara a Marcelino García Toral. Y es que por trastocar, al asturiano le trastocó hasta el plan de partido que tenía previsto ante los escoceses. En el instante en el que el argentino se echó la mano al muslo el técnico se vio abocado a renunciar a algo tan importante como oxigenar a uno de los jugadores más sobrecargados de minutos en las últimas semanas. Se trata de Dani Parejo.

n En los días previos al encuentro entrenador y capitán habían acordado que este jugaría los primeros 45 minutos y sería sustituido al descanso por Coquelin, tal como había ocurrido el jueves anterior en The Paradise. La fórmula estaba clara, una vez consumida la primera parte el francés daría relevo al '10', que esta temporada solo ha descansado durante la segunda parte de Glasgow y unos minutos contra el CD Ebro en la primera ronda de la Copa, acumulando a estas alturas de temporada 35 partidos y 3.000 minutos de juego. Siempre que ha estado en condiciones ha jugado y el partido contra el Celtic, con la eliminatoria encaminada por el 0-2 de la ida, era idóneo para que el capitán dosificara sus esfuerzos.

La lesión de Garay, sin embargo, convirtió a Coquelin en solución de emergencia para tapar el boquete en la zaga y es que en la convocatoria únicamente había dos centrales —Garay y Diakhaby—, los dos en el once titular. El percance trastocó el plan que tenía Marcelino con Parejo, que volvió a acumular otros noventa minutos. Parejo no pudo tomarse un respiro y Mestalla acabó coreando su nombre. Suyo fue el pase que encontró el camino hacia la victoria. En el minuto 70 lanzó a Daniel Wass y este acomodó para que Kevin Gameiro remachara al fondo de la red. El futbolista es consciente de que está pasado de minutos pero siente la responsabilidad de ayudar al equipo como capitán mientras su físico aguante.