Pasados unos minutos de las tres en punto de la tarde de ayer aterrizaba en la terminal de vuelos privados del aeropuerto de Manises el avión de Peter Lim. El propietario del Valencia CF llegó procedente de París, donde había presenciado el miércoles por la noche el partido entre el PSG y el Manchester United de los octavos de la Champions, y no perdió el tiempo. Nada más poner un pie en la capital del Turia se fue directo a un conocido hotel hasta donde acudirían los principales actores de la cúpula del Valencia CF. Su viaje por Europa contemplaba 24 horas en la ciudad, donde además asistir a su palco privado de Mestalla para ver el partido ante el Krasnodar, aprovechó para mantener un encuentro destinado a pasar revista a todas las cuestiones estratégicas del club y trazar el camino para los próximos meses. Este cónclave, en marcha desde las cuatro menos cuatro de la tarde, congregó allí a Anil Murthy, Sean Bai, Kim Huat Koh y Mateu Alemany y se alargó hasta casi las ocho de la tarde. En total, cuatro horas de intensa planificación en el hotel donde se hospeda el propietario del Valencia CF junto a su mujer antes de volver a subirse a su avión, algo que sucederá a lo largo de la jornada de hoy.

Peter Lim tiene decisiones importantes a tomar que tienen que ver con el futuro inmediato del club como son la venta de las parcelas de Mestalla, un aspecto que está previsto que dilucide el director general a lo largo de los próximos días: "Ahora estamos en la tercera fase y tenemos la estimación que sobre el 10-15 de marzo podremos explicarles a ustedes el proceso y si hay alguna oferta que nos satisfaga que nos de la posibilidad de financiación para el nuevo estadio. Les puedo decir que son interesantes pero tienen que concretarse y pasar esos filtros que Deloitte está poniendo", expresó Alemany a principios del mes de enero. Sobre la valoración del estado financiero del club el balance es positivo y es que este mercado invernal se ha mejorado el Fair Play Financiero debido a movimientos como las salidas de Murillo, Batshuayi y Vezo y la llegada de Rubén Sobrino y Roncaglia. Este factor mezcla con los ingresos de la Champions y la Europa League: la cantidad ingresada, pese a que todavía no es definitiva porque el equipo sigue con vida en la competición, ya supera la previsión inicial. Las cuentas que manejan en el club reflejan un margen positivo que rebasa los cinco millones de euros. La situación financiera, en definitiva, está muy clara a fecha de hoy pero la planificación deportiva de cara al próximo verano podría decirse que está abierta, como la temporada. La clave está en si el equipo logra la clasificación para la Champions.

Como ocurriera la temporada pasada, acabar entre los cuatro primeros es clave en la hoja de ruta del proyecto y mientras esta cuestión no esté resuelta se contemplan varios escenarios. Los parámetros de actuación, en cualquier caso, ya están definidos a la espera de acontecimientos. Peter Lim, preocupado y disgustado por la falta de resultados durante buena parte de la temporada, ahora respira más aliviado con la marcha del equipo, que jugará la final de Copa, busca engancharse a la cuarta plaza y avanza sin complejos en Europa League. Al propietario se le puso al día también de los fichajes realizados para la próxima temporada -Manu Vallejo, Jason, Jorge Sáenz y Salva Ruiz-, el nuevo modelo de captación de talentos y la nueva política a seguir en la Academia, que será supervisada por Sean Bai, un hombre destinado a incrustarse en la cadena de mando a medio plazo.