Derrota del Getafe en el Colisum, derrota del Alavés en Mendizorrotza y duelo directo contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuán para recortarle los tres puntos de ventaja. El escenario no puede ser mejor para el Valencia. El equipo de Marcelino García Toral tiene una oportunidad de oro para dar un golpe de efecto en la Liga y consolidar su candidatura a la cuarta plaza de Marcelino García ToralChampions. Es el día perfecto para empezar el tramo decisivo de la temporada con un salto de calidad en la clasificación, seguir creciendo como equipo después de 15 partidos invicto entre todas las competiciones y, de paso, dar continuidad a una de las semanas más bonitas de la historia del club con los emocionantes actos del Centenario. La Champions

Los resultados del sábado se aliaron a favor del Valencia. El Getafe de José Bordalás se vio sorprendido en casa a manos de Mauricio Pellegrino en un nuevo servicio del argentino a la entidad de Mestalla. Tampoco demostró el Alavés ser un equipo de Champions. Los de Abelardo fueron superados claramente en Vitoria por el Atlético de Madrid y desaprovecharon la posibilidad de alzarse con la cuarta plaza. Ninguno aguantó la presión. El Valencia amenaza con la mejor racha de la era Marcelino y con el mejor estado de forma de sus jugadores importantes. Ganar en el Pizjuán es posible y además tiene premio. Una victoria esta tarde permitiría al Valencia empatar a 43 puntos con el Sevilla y ganarle el gol-average particular por el empate (1-1) de Mestalla. Algo que el equipo ya tiene ganado con el Getafe y el Athletic. El gol de Mouctar Diakhaby en el minuto 92 en el partido de la primera vuelta puede cobrar esta tarde más valor que nunca. Sería una buena señal. La victoria del Valencia en el Pizjuán también permitirá al equipo quedarse a solo 3 puntos de la zona Champions. Una distancia casi inédita esta temporada. Los de Marcelino no han estado tan cerca de la cuarta plaza desde la tercera jornada después del Derbi contra el Levante en el Ciutat. El Valencia tenía 2 puntos por 5 del Athletic. Siete meses después el objetivo puede volver a estar a tiro. El vestuario es optimista. Solo hay un mensaje de ambición: «Vamos a Sevilla a por la victoria y podemos pelear por todos los objetivos». El escenario de la derrota no se contempla. Sería un paso atrás no definitivo, pero sí muy peligroso porque el Sevilla se escaparía a 6 puntos más el gol-average. Es decir, 7 puntos a falta de 27 sin competición europea por medio.

Nada de eso pasa por la cabeza de los futbolistas del Valencia. Llevan más de dos meses sin conocer la derrota -diez partidos consecutivos en LaLiga-, han demostrado que pueden competir contra cualquiera y encima tienen el recuerdo del 0-2 de la temporada pasada con el doblete de Rodrigo Moreno que rompía un maleficio de 14 años sin ganar en el Pizjuán. El Valencia está fuerte. El problema es que el Sevilla también parece renacido sin Pablo Machín al mando. O al menos esa fue la sensación después de la victoria (0-1) del Sevilla sobre el Espanyol en el primer partido de Joaquín Caparrós en el banquillo. La igualdad es máxima. Hasta en las bajas. Vaclik, Escudero y Sarabia no llegan a tiempo. Tampoco Coquelin, Piccini, Jaume y Sobrino. Hoy arranca el esprint de diez finales en busca del objetivo Champions y, como cualquier carrera de velocidad, la salida es clave. Casi decisiva.